Sigue la guerra psicológica en Libia
Fosas comunes virtuales y fosas comunes reales. La historia se repite

Alfredo Embid

A finales de agosto, coincidiendo con las masacres perpetradas durante la invasión de Trípoli, los medios de desinformación se hacían eco de una nueva noticia que “demostraba”, una vez más, los “crímenes del malvado dictador Gadafi”.
El gobierno títere informaba el domingo 25 de agosto que habían descubierto fosas comunes con los restos de 1700 prisioneros supuestamente asesinados por el gobierno de Gadafi cerca de la prisión de Abu Salim[1].

Los sinvergüenzas que difundieron la falsa noticia fueron en primer lugar la cadena propiedad del emir de Qatar Al Jazeera. Sin añadir la más mínima duda acerca de estos hechos, titularon su versión en inglés “Enterramientos masivos de  prisioneros encontrados en tumbas libias " [2]
El artículo de Al Jazeera anunciaba "el descubrimiento de una fosa común con los restos de 1700 prisioneros asesinados. La noticia se produjo el domingo, cuando cientos de combatientes del CNT entraron en Sirte, una ciudad que aviones de la OTAN habían bombardeado dos veces durante el día".

La noticia era doblemente falsa porque más de un mes después, los combatientes del CNT siguen sin tomar Sirte a pesar de los constantes bombardeos de la OTAN.

Foto : Las “pruebas” de la fosa con 1700 cuerpos

"Khalid Sharif, el portavoz de la junta militar del CNT, declaró:" Hemos encontrado el lugar donde están enterrados todos estos mártires '", y agregó que era " la prueba de los crímenes del régimen de Gadafi".
Pero ¿dónde están las pruebas?
Salim Al Ferjani miembro del comité designado por el CNT para la identificación de los restos, dijo: "Ellos se han encarnizado sobre los cuerpos con ácido para eliminar las pruebas".
Así que no hay pruebas.

Peor aún, se descubre que los huesos de los “mártires” no son humanos. La chapuza orquestada por el gobierno títere queda clara cuando los periodistas visitan el lugar del “descubrimiento”. La versión del gobierno es tan impresentable que incluso algunos medios acostumbrados a mentir sistemáticamente tienen que ponerla en cuestión y rechazarla.

Foto : Las “pruebas” de la fosa con 1700 cuerpos 2

La periodista italiana Marinella Correggia en un trabajo reproducido en la web belga  Investig'Action y en la candiense Mondialisation, analiza los cambios de las sucesivas versiones de la cadena estadounidense CNN[3]: “La primera versión del artículo de la CNN, visible hasta el lunes por la mañana, informó del comunicado del gobierno del CNT, pero luego agregó: "No está claro que el sitio sea una fosa común, porque no hay presencia de la excavación. Ellos mostraron los huesos a los medios, pero los médicos en el lugar con el equipo de CNN sostienen que no son humanos".
Nótese que CNN reconoce que no hay presencia de excavación. Sin embargo la foto que publica   un artículo tomado de la Razón es ésta[4].

Foto:  Foto de archivo

En el artículo siguiente de la CNN [5], se suprimió la referencia a los médicos, pero se mantuvo la duda,  convirtiéndose en "el CNT sospecha de una fosa común, aunque no hay presencia de la excavación ni encontraron restos humanos. Un equipo de CNN fue enviado allí, un campo lodoso y sólo encontró huesos al parecer pertenecientes a animales".
Pero eso no es todo: “la CNN dice que de acuerdo con el  "revolucionario" Jalil Abdel, el sitio fue identificado el 20 de agosto. En ese caso, ¿por qué se da la noticia ahora?” Se pregunta Marinella.
Está claro, se da para eclipsar las evidencias de que los miembros del CNT seguían perpetrando el genocidio en Libia a una escala todavía mayor en Trípoli, Boletín nº388 [6], Boletín nº385. [7]

Foto mas “pruebas” de la agencia EFE.

El enviado del diario francés Le Figaro a Trípoli se pregunta si está ante “un descubrimiento macabro o una manipulación sombría”. Afirma que fue al lugar indicado y se encontró con un “terreno baldío, pisoteado por los niños, donde los únicos huesos visibles no eran de tamaño humano, sino compatibles con el esqueleto de un dromedario”[8].

En enviado del diario francés Libération, deplora la ausencia de forenses “que podrían certificarles a familias totalmente perdidas que ese fémur sólo podría pertenecer a un mamífero de 500 kilos”.
“Buscamos el rastro de nuestros hijos. Nos dijeron por radio que la gente del CNT había hallado restos humanos. Pero sólo hay huesos de animales y latas de conserva…  Nos mienten”, afirma una mujer. Pero no todos se dan cuenta. El reportero describe las patéticas imágenes de hombres llorando alzando huesos que creen de humanos aunque pertenezcan claramente a dromedarios[9].

Finalmente la periodista italiana Marinella Correggia  concluye que “Un agujero con unos cuantos huesos de animales se convierte en fosa común con más de 1.200 cuerpos (o tal vez 1700).  "El CNT finalmente tuvo que admitir que "los huesos son demasiado grandes para ser huesos humanos. Es probable que sean otra cosa". Pero la mayoría de los medios de comunicación no se dan cuenta...”[10]
Cita en especial al periódico italiano La Repubblica del 26 de septiembre, que consagró toda la página a este “descubrimiento” sin cuestionarlo[11].
En España todos los medios hacen lo mismo e incluso utilizan fotos que no correspondían al suceso como ésta.

Foto: Hallan fosa común en Trípoli con restos de 1.200 personas sep 25 (Reuters) [12]

¿No notas nada raro?
Los muertos no están enterrados, están rodeados de lo que probablemente fueron sus pertenencias y lo más importante: todos son negros. Lo que sugiere que se trata de parte de los masacrados por el CNT en Trípoli durante las recientes matanzas racistas que ya denunciamos. La foto se parece mucho a esta otra perteneciente de AFP cuyo texto indica: “Tres personas caminan por el barrio Abu Salim junto a varios cadáveres de gadafistas y se cubren el rostro por el fuerte olor”.

Foto: AFP

Vídeo de El Mundo [13]

Se incluyen vídeos como éste, donde mientras el locutor habla del descubrimiento de fosas con más de 1000 personas las imágenes solo muestran unos cuantos huesos en un terreno baldío.

Vídeo de RTVE [14]

Televisión Española adereza su reportaje con imágenes de cuerpos abrasados que pertenecen a la toma de Trípoli atribuyéndolos falsamente al gobierno asediado que al parecer no tenía otra cosa que hacer que matar a su propia gente. Esto ya se hizo con otros cuerpos (curiosamente siempre de negros) encontrados alrededor de la residencia de Gadafi y en los hospitales abandonados, como ya denunciamos y discutimos Boletín nº388 [15] Boletín nº391[16].

La prensa española repitió como loros la versión del gobierno títere y descaradamente ocultó las dudas. Sólo en internet encontramos honrosas excepciones.
En español YVKE Mundial y Kaos en la Red denunciaron que “las imágenes de cadáveres mostradas a la televisión pertenecían en realidad a cuerpos desenterrados del cementerio de la ciudad y posibles huesos de dromedarios”[17].

El CNT tuvo que reconocer que no está claro y dijo que “tiene que seguir investigando”[18].
Lo mismo sucedió anteriormente cuando el propio gobierno títere también se vio obligado a reconocer que había mentido descaradamente. Ese fue el caso de las falsas imágenes de TV donde Al Jazeera supuestamente retransmitía las celebraciones del pueblo libio tras la toma virtual de la plaza verde de Trípoli. Como ya advertimos antes de que sucediera y como confirmamos después, las imágenes estaban filmadas en un estudio de Qatar Boletín nº387 [19].

En febrero ya se utilizó la misma mentira

El tema de las fosas comunes fabricadas por la prensa ya había sido utilizado en Libia por los medios de desinformación al comienzo de la campaña para demonizar al gobierno de Gadafi en febrero con imágenes falsificadas (vídeo y fotos).
Aquí el privilegio de ser los primeros sinvergüenzas en difundir esta “noticia” fue la cadena Al Arabiya propiedad de la familia real saudí, el 22 de Febrero.
"Las tumbas cavadas apresuradamente por la milicia de Gadafi para ocultar parte de los diez mil muertos y cincuenta mil heridos entre los manifestantes"[20].
¿Sus fuentes?  
“Un mensaje de twitter, cuya fuente es un presunto miembro de la Corte Penal Internacional de Libia, que repudió las declaraciones al día siguiente”[21].
No importa, los medios occidentales reprodujeron tan contentos la oportuna noticia inmediatamente. Por ejemplo el sitio web norteamericano Un día en la Tierra (One day on Earth) escribía el mismo día 22 de febrero: “Nuestros contactos en el interior de Libia comparten una historia triste con nosotros y se atrevieron a enviar estas imágenes impactantes. El vídeo y las imágenes de los que fueron fusilados por los escuadrones de la muerte de Gadafi. Nos han dicho que muchos residentes de Trípoli tienen miedo de recoger los cadáveres, incluso en la calle, mientras informan que las fuerzas Libias disparan al azar"[22].
Bien, veamos las “impactantes” fotos y el vídeo.

Fotos de las tumbas de los supuestamente fusilados en febrero.

VIDEO de las tumbas de los 10.000 muertos.

http://www.onedayonearth.org/profiles/blogs/mass-burial-tripoli-libya-feb

¿Te sientes impactado?
Espero que no, porque sólo un estúpido podría conmoverse y tragarse ese cuento. 
En el vídeo y en las fotos puedes ver que las tumbas no “fueron cavadas apresuradamente”, por el contrario son individuales, y el cuidado con que cada tumba es minuciosamente forrada con ladrillos y recubierta de cemento.
En realidad se trataba de la remodelación de un cementerio local por los habitantes que aparecen bien tranquilos observando respetuosamente la tarea.
Los enterramientos masivos cuando hay una masacre no se hacen así, los nazis dieron buen ejemplo de ello.

Foto: Fosa en la Alemania nazi.

Hoy los enterramientos masivos se hacen con “bulldocers”, en una fosa común bien real, como puedes ver en las imágenes difundidas por Breaking News tras la toma de Trípoli. (Al final del video, a partir del minuto 10:00)

VIDEO: Breaking News 24.09.11 [23]

http://www.youtube.com/user/Marghibii#p/a/u/0/49sDGLkjx_g

La manipulación de las fosas comunes dentro de las operaciones psicológicas de propaganda de guerra no es nueva.

Timisoara (Rumania),  1989

Finales de 1989, final de la guerra fría en Rumania, el gobierno comunista de Nicolae Ceausescu sigue en el poder. Igual que en Libia los medios de desinformación masiva del “mundo libre” difunden la noticias con imágenes del «genocidio» perpetrado por la policía de Ceausescu contra su propia población el 17 de diciembre.

Foto: Falsas fosas comunes en Rumania[24].

El 22 de diciembre se anunció el hallazgo de una fosa con 4.630 personas asesinadas, torturadas y bayoneteadas[25].
El día 24 el primer ministro belga habla de 12.000 muertos.
3 días después se detallan las atrocidades: “manos y pies cortados, uñas arrancadas, cabezas semiseparadas del cuerpo, caras quemadas con ácido, la mayoría de los cuerpos destripados y sumariamente recosidos....”[26]

Como en Trípoli se trataba de una falsificación.
Las imágenes de cadáveres mostradas en los periódicos y en la televisión pertenecían en realidad a cuerpos desenterrados del cementerio de la ciudad.
 
¿Propaganda comunista?
No
El prestigioso filósofo, Giorgio Agamden, lo explica: «Por primera vez en la historia de la humanidad, cadáveres apenas enterrados o alineados sobre las mesas de las morgues fueron desenterrados apresuradamente y torturados para simular ante las cámaras el genocidio que debía legitimar al nuevo régimen. Lo que el mundo entero tenía en vivo ante sus ojos como la verdad en las pantallas de televisión, era la absoluta “antiverdad”, y aunque la falsificación resultara a veces evidente, era de todas formas autentificada como cierta por el sistema mundial de los medios, para que quedara claro que lo real no sería en adelante más que un momento del necesario movimiento de lo falso»[27].
La falsificación era evidente pero sólo fue denunciada por el periódico Solidaire del PTB en Bélgica[28].

Foto: Timisoara con un actor añadido

¿Cómo es posible que estos cuerpos en estado de descomposición avanzada hubiesen resultado muertos 5 días antes?

Foto: falsas fosas comunes en Rumania.

¿Cómo es posible que los bayonetazos siguieran con precisión la línea media del cuerpo a lo largo del tórax y del abdomen?
¿Como es posible que un feto “arrancado del vientre de su madre” tuviese un tamaño de más de medio metro”?
Puedes ver además en la foto que los cadáveres no han sido cosidos sumariamente sino, por el contrario, cuidadosamente como se hace justamente tras las autopsias en un hospital.

Foto: Panamá 1989

Michel Collon[29], en su excelente manual para contrarrestar la desinformación de los medios de comunicación, hace el paralelismo con otro hecho que sucedía justamente en el mismo momento. La invasión de Panamá por el ejército de EEUU el 20 de diciembre 1989. En este caso la  información fue cerrojada, el ejército de los Estados Unidos impidió que los periodistas accedieran al escenario de sus crímenes. Oficialmente se habló de unos cincuenta panameños muertos. La realidad estaba entre 700 y 4.000 que fueron enterrados en 12 fosas comunes 2 de las cuales se abrieron en 1990[30].
La “prensa libre” no informó de este hecho real, al contrario que hizo con las fosas inventadas de  Rumania o Libia.     

Foto : Rezando ante una fosa común. Genocidio en Guatemala con más de 200.000 muertos y 50.000 desaparecidos.

Lo mismo ha sucedido en Guatemala y en toda Sudamerica donde los asesinos locales fueron entrenados en la siniestra escuela de las Américas como documenta un reciente artículo que publicamos en este boletín[31].  
 
Yugoslavia años 90

Diez años después, la “prensa libre” vuelve a utilizar la misma artimaña para preparar la guerra humanitaria de la OTAN contra Yugoslavia demonizando al gobierno socialista serbio.
«La masacre de Racak es atroz, con mutilaciones y cabezas cortadas. Es una escena ideal para suscitar la indignación de la opinión pública internacional. Algo parece extraño en la matanza. Los serbios matan habitualmente sin realizar mutilaciones […] Como demuestra la guerra de Bosnia, las denuncias de atrocidades cometidas con los cuerpos, indicios de torturas, decapitaciones, son un arma de propaganda imprecisa […] Quizás no hayan sido los serbios sino los guerrilleros albaneses quienes mutilaron los cuerpos»[32].
Igual que hoy los rebeldes libios, los hombres del Ejército de Liberación de Kosovo, los guerrilleros albaneses de la UCK, eran denominados “combatientes de la libertad”.
Igual que ahora en Libia, eran mercenarios sobre el terreno que colaboraban en las masacres de la OTAN cometidas en Yugoslavia.
Igual que ahora en Libia, la UCK incluía a miembros de Al Qaeda que en el pasado también fueron celebrados como “combatientes de la libertad” para derrocar al gobierno de Afganistán Boletín nº363[33].
Los medios ocultaron sus atrocidades cometidas al amparo de la OTAN.

Foto: decapitaciones de serbios en Yugoslavia.[34]

Igual que ahora en Libia, una de sus marcas de fábrica eran las decapitaciones en ambos casos.
Ya publicamos foto y vídeo de pacientes negros decapitados en el hospital Abu Salim tras la toma de Trípoli por el CNT Boletín nº388 [35]. Ahora añadimos algunos vídeos filmados durante la “rebelión pacífica” de Bengasi.
Videos decapitaciones de los “combatientes de la libertad” del CNT en Libia[36], [37].
http://www.obamaslibya.com/protestors.html
http://www.obamaslibya.com/Beheading.html

Pero no pienses que las decapitaciones son monopolio de Al Qaeda; en América también fueron utilizadas, como puedes ver en el siguiente artículo. Es una efectiva táctica para aterrorizar a la población. ¿Tal vez tenga algo que ver el hecho de que tuvieron los mismos maestros? Los escuadrones de la muerte de Guatemala habían sido entrenados en la siniestramente célebre escuela de asesinos llamada escuela de las Américas que tuvo su sede en Panamá y en Estados Unidos. (Incluimos en este boletín un vídeo sobre su historia.) Los combatientes por la libertad de Afganistán, que luego se convertirían en Al Qaeda, fueron entrenados por miembros de los servicios de inteligencia estadounidenses que los llamaron “freedom fighters” y fueron financiados por la CIA, el MI6 y el dinero saudí. Boletín nº363[38]
Estos mercenarios relacionados con al Qaeda han sido utilizados y lo siguen siendo según convenga: Para justificar la fraudulenta guerra contra el terrorismo en Somalia y Yemen o para desestabilizar países como las exrepúblicas soviéticas, Chechenia, Yugoslavia, Iraq y ahora Libia y Siria.  

Foto: Hashim Thaci y el ex Secretario General de la UE, Javier Solana.

Foto: Abdelhakim Belhadj

Los jefes actualmente al mando de los gobiernos de Trípoli o de Kosovo son terroristas y criminales demostrados.
El líder del gobierno de Kosovo Hashim Thaci ha sido acusado incluso ante el Consejo de Europa,  «de dirigir un clan político-criminal creado antes de la guerra» y está implicado en el tráfico no sólo de heroína sino también de órganos humanos, como hemos denunciado anteriormente[39].
El líder del gobierno de Trípoli Abdelhakim Belhadj, que ahora lidera las fuerzas de Trípoli y escribe artículos en The Guardian británico[40], es un exmiembro de Al Qaeda confirmado, como hemos documentado recientemente Boletín nº390 [41]. Además es notorio que estuvo encarcelado en la prisión de Abu Salim de donde fue liberado por una amnistía que concedió Gadafi junto con centenares de islamistas que habían conspirado contra el gobierno e incluso intentaron matarle. Antes de liberarlos les hizo prometer que renunciarían a la lucha armada y cometió el trágico error de confiar en su palabra. Estos liberados en 2009 y 2010, luego se convertirían en parte del núcleo duro y armado de la revuelta de Bengasi. Su hijo Saif al-Islam Gadafi que dirigió el programa de liberación de los prisioneros lo ha lamentado públicamente. Fue un error fatal al que fue inducido por su entonces ministro de justicia Abdel-Jalil ahora al mando del CNT tras el cual se encontraba Mark Allen que trabajó para los servicios de inteligencia británicos MI6 y para British Petroleum BP[42].
Curiosamente en ambos casos estos dos terroristas de Kosovo y Trípoli han accedido al poder con el apoyo de la OTAN, fiel perro guardián de los intereses financieros de las elites ricas de occidente que se repartieron Yugoslavia y ya lo están haciendo con Libia.

Guatemala: ensañamiento y perversidad

 
Rezando ante la fosa común. El presidente guatemalteco Álvaro Colom ordena abrir los archivos del ejército, autor principal del horrible genocidio que duró 36 años y dejó más de 200.000 muertos y 50.000 desaparecidos

Los horrores perpetrados por el Ejercito [guatemalteco] contra las comunidades mayas durante el «quinquenio negro» (1978-1983), desbordan toda posible descripción. Los culpables han sido condenados a 6.030 años cada uno.
En la sala del Tribunal de Alto Riesgo de la ciudad de Guatemala, bajo la presidencia de la juez Jazmín Barrios, la voz firme y serena de la juez vocal Patricia Bustamante sonó especialmente rotunda cuando leyó: «Quedó demostrado que los militares actuaron de forma planificada, con ensañamiento y perversidad».
La sentencia se refiere a los hechos producidos principalmente el 7 de diciembre de 1982, cuando una unidad de kaibiles -tropas especiales- entró en el poblado de Las Dos Erres, pequeña aldea maya del Petén, al norte del país. Un total de 201 campesinos, civiles desarmados, en su mayoría mujeres y niños, fueron allí asesinados. Veinte y nueve años después, cuatro ex-kaibiles han sido juzgados por aquellos crímenes y condenados en primera instancia a 6.030 años cada uno de ellos.
Según limita la ley, tendrán que cumplir 50. A ellos se añaden otros 30 años por incumplimiento de sus deberes para con la humanidad, sumando 80 años en total.
Los horrores perpetrados por el Ejército de Guatemala contra las comunidades mayas durante largas décadas, pero muy principalmente en el «quinquenio negro» (1978-1983), desbordan toda posible descripción.
Las descripciones fidedignas existen, pero nadie podría creerlas si no fuera por su abrumadora evidencia en extensión, detalle y concreción testimonial.
Ahí están las 1.500 páginas, en cuatro pavorosos tomos, del informe REMHI (Recuperación de la Memoria Histórica), emitido en 1998 por la ODHAG, Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (24-4-1998).
Páginas, a su vez, corroboradas y extensamente ampliadas un año después (25-2-1999) por las aún más brutales 3.800 páginas de los 12 tomos, aún más pavorosos, del informe de la CEH (Comisión de Esclarecimiento Histórico de la ONU sobre Guatemala, a la que tuvimos el honor de pertenecer). Caso de no existir tan aplastante volumen documental y testimonial, nadie podría creer los hechos en él registrados, dada su inaudita atrocidad.
Salvajismo con las mujeres, incluidas las embarazadas, brutalidad con los niños, incluidos los bebés. Monstruosas mutilaciones masculinas y femeninas, previas a los asesinatos. Empalamientos, personas quemadas vivas, aberrantes formas de asesinar que aseguraban largos días de agonía.
Difícil tarea, la de describir lo indescriptible. Pero trabajosamente se hizo, y el fruto documental de ambos informes citados quedó ahí, y ahí sigue para la posteridad.

Histórica sentencia a ex militares por masacre en Dos Erres en Guatemala

Según los hechos establecidos, los soldados -unos 40 kaibiles-, al irrumpir en Las Dos Erres, separaron a las mujeres y niños de los hombres. Estos fueron reunidos en la escuela, donde fueron torturados y finalmente asesinados.
Las mujeres con los niños fueron encerrados en la pequeña iglesia evangélica de la comunidad. Después, las mujeres fueron obligadas a cocinar y servir la comida a sus verdugos, antes de ser violadas y asesinadas por estos. Las violaciones y asesinatos se cometieron con especial sadismo, y los cadáveres fueron arrojados a un pozo, utilizado como fosa común.
Igualmente, los niños fueron también asesinados y arrojados al mismo pozo.
Dos exkaibiles, miembros entonces de aquella unidad militar, hoy retirados, radicados en México y testigos voluntarios de la Fiscalía, aportaron al juicio, por videoconferencia, detalles escalofriantes sobre la actuación de los acusados. Por ejemplo, uno de los criminales ahora condenados, el sub-instructor kaibil Manuel Pop Sun, se llevó por la fuerza a una niña hasta ocultarse con ella en una zona de matorrales próxima al poblado, donde la violó. Regresó con ella, la decapitó y la arrojó al pozo.
Otros detalles igualmente horribles vinieron a configurar el contenido de la sentencia.
Recordemos un hecho que nos fue relatado personalmente por un ex miembro del Gobierno del presidente democristiano Vinicio Cerezo.
En 1986, al ser nombrado ministro, se le asignó como escolta un antiguo kaibil. Al saber que la hija de este sufría una grave dolencia de la vista, abocada a la ceguera salvo que recibiera un tratamiento muy caro y especializado, el ministro, compadecido de aquella desgracia, insoluble en una familia de muy pocos recursos, le consiguió ese tratamiento en Estados Unidos. Cuando se lo comunicó al padre, recibió esta tremenda respuesta:
«Agradezco sus desvelos por mi niña, pero sepa que serán totalmente inútiles. Porque lo que le ocurre a mi hija es el castigo que Dios me envía a mí, por las atrocidades que yo cometí con los niños mayas cuando era kaibil».
¿Qué horrores infanticidas cometería aquel sujeto para experimentar un remordimiento patológico de tal magnitud?

Pero los imputados no son solo militares de baja o nula graduación. En los últimos meses se ha producido el arresto y procesamiento de tres caracterizados mandos ya retirados, pero que ejercieron importantes tareas represivas en la década de los ochenta. Uno de ellos es el general Héctor López Fuentes, ex-jefe del Estado Mayor del Ejército (1982-1983). Contra él pesan acusaciones de genocidio, crímenes de guerra y contra la humanidad, perpetrados principalmente contra comunidades mayas, crímenes «en los que sus pueblos quedaron destruidos, sus habitantes de todas las edades fueron asesinados, y las mujeres y las niñas fueron sistemáticamente violadas», precisa Margot Wallstrom, representante especial de la ONU sobre la violencia sexual en los conflictos.
Otro de los jefes recientemente capturados y procesados es el coronel Rafael Bol de la Cruz, ex-director de la Policía Nacional, responsable de la detención ilegal y desaparición en 1984 del que fue dirigente sindical y estudiantil Edgar Fernando García, además de una serie de desapariciones forzadas mientras dirigió aquel viejo y corrupto cuerpo policial.
El tercero de los jefes militares aludidos es el también coronel retirado Marco Antonio Sánchez Samayoa, encarcelado desde 2009 y condenado ya a 53 años de prisión como responsable del secuestro y desaparición definitiva de ocho personas en la aldea de El Jute, en 1981.
Ante esta serie de acciones judiciales, la Asociación de Veteranos Militares de Guatemala (Avemilgua), reducto del más reaccionario sector de aquel Ejército (un Ejército que durante décadas eliminó a destacados defensores de derechos humanos), ha difundido un comunicado en el que, rechazando con indignación estas actuaciones judiciales, lanza la siguiente advertencia literal: «Advertimos estar dispuestos a luchar nuevamente si las circunstancias así lo demandan». Pero ¿qué significa «luchar nuevamente» para estos militares empeñados en asegurar su propia impunidad y prolongar la de los peores torturadores, asesinos y violadores de mujeres y niñas?
¿Tendremos que presenciar y asumir nuevamente que otros actuales defensores de los derechos humanos vuelvan a ser acribillados en la calle, como lo fueron, entre otros, el diplomático Fuentes Mohr y el ex alcalde Colom Argueta, o apuñalados en las aceras, como la antropóloga Myrna Mack, o golpeados hasta la desfiguración de sus rostros, como el obispo monseñor Juan Gerardi, asesinado tras la presentación de su informe REMHI arriba citado?
¿Tendremos que presenciar la resurrección de los abominables escuadrones de la muerte, nuevamente dispuestos a secuestrar, torturar y asesinar?
¿Requerirá esa nueva lucha anunciada por Avemilgua la patriótica repetición de este tipo de horrores?
Avemilgua terminaba su amenazador comunicado con este eslogan: «Por el honor y la dignidad». Pero ¿qué clase de honor puede defenderse mediante esta clase de crímenes?
¿Y qué clase de dignidad se defiende, o se defendió, violando sistemáticamente mujeres y decapitando niñas mayas hace tres décadas?
Última noticia: los expertos del Equipo de Antropología Forense que analizan para la Fiscalía los restos de las víctimas, acaban de ser seguidos y atacados en su vehículo, y amenazados de muerte en un repugnante escrito de términos soeces y tinta roja, cuyo infame contenido nos retrotrae a aquellos años de plomo que algunos patriotas añoran y amenazan con repetir.

La tristemente célebre Escuela de las Américas.
Escuela de Asesinos.