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Reportaje sobre la situación sanitaria de Bielorrusia que se oculta, en relación con la importante contaminación radiactiva. CRIIRAD. En el pasado mes de abril de 2003, dos representantes de la asociación CRIIRAD que ya hemos presentado anteriormente*, Romain Chazel, vicepresidente y Martial Mazars, doctor en física teórica, han viajado a Bielorrusia, el país más afectado por la catástrofe de Tchernobyl. Resumimos y comentamos aquí algunas de sus conclusiones en los aspectos médicos. Resumen, traducción y notas Alfredo Embid.

Los médicos y los investigadores independientes de Bielorrusia han encontrado que hay un aumento de la patología del tiroides y no solamente de los cánceres, de las enfermedades cardio-vasculares, de las enfermedades ligadas al déficit inmunológico y de la diabetes insulino-dependiente, una enfermedad que se diagnostica en los recién nacidos, lo que es, evidentemente, excepcional.

Del mismo modo los niños están afectados por enfermedades como las cataratas o la artritis que como todo el mundo sabe son enfermedades de viejos.

Las malformaciones son más numerosas y más graves y, por lo tanto, otro motivo de inquietud. En el 2.002 las malformaciones han sido responsables de cerca de la mitad de los decesos de niños en la región de Gomel.
En Minsk, el profesor Ladjuk ha explicado que los datos del registro de malformaciones muestran que algunas anomalías van en aumento.

Le es imposible comunicarnos las cifras puesto que sus colaboradores franceses le han impuesto la confidencialidad.
Sus colaboradores son el Instituto de Radioprotección y de Seguridad Nuclear de Francia IRSN. que en sus informes afirma, contrariamente a Ladjuk, que los datos del registro de malformaciones tienen numerosas lagunas metodológicas y no permiten sacar conclusiones (1).

Un medicamento natural contra la contaminacion radiactiva.

En el Instituto Belrad de Minsk visitamos la sala donde se prepara el Vitapect, el aditivo alimenticio a base de pectina que asociado a vitaminas acelera la eliminación del Cesio radiactivo y de los metales pesados.

La fabricación del Vitapect se hace de forma completamente artesanal en varias etapas:

Adquisición de la pulpa de manzana seca y las fábricas de compotas o de zumos de frutas
Triturado de esta pulpa para hacer un polvo (ese trabajo es confiado a una empresa, porque aunque el Instituto Belrad posee la máquina para hacerlo, los locales no son suficientemente grandes para contenerla).
Mezcla de este polvo de pectina con:
Vitaminas B2, B6, B12, C, E, betacaroteno y ácido fólico; oligoelementos: potasio, calcio, zinc, selenio.
Envasado manual del producto por 2 equipos de dos personas que producen unas 300 unidades por día.

Encuentro con el profesor Alexeï Okeanov

El profesor Okeanov está a cargo del registro de los cánceres de Bielorrusia, así como del registro de Tchernobyl. Este servicio puede estudiar de esta forma el estado de salud de la población después del accidente de Tchernobyl.
"En el curso del período soviético, toda una red de dispensarios fue puesta en marcha, permitiendo censar el conjunto de los casos de cáncer. Desde 1973, mucho antes del accidente, los datos recogidos de esta forma permitieron alimentar esta base de datos sobre los cánceres.

El registro de Tchernobyl toma en cuenta las víctimas de la catástrofe: los liquidadores, es decir, los hombres reclutados por la Administración soviética y enviados a Tchernobyl después de la explosión para combatir el incendio, limpiar el lugar y limitar el impacto de la catástrofe. Los liquidadores fueron aproximadamente unos 700.000 hombres), y la población de los territorios contaminados. Ha sido creado en base a tres nuevos dispensarios, abiertos después de la catástrofe: Estos dispensarios se encuentran en Minsk, Gomel y Moguilev.
Por lo tanto, existe una base de datos muy importante que data de mucho antes de la catástrofe, lo que permite hacer análisis estadísticos comparativos.

"Hoy, 17 años después, ya se puede hablar de resultados fiables", explica el profesor Okeanov.
"El análisis muestra que los cánceres van en aumento.
Que ciertas enfermedades se manifiestan mucho más pronto y pueden ser consideradas como bio-indicadores de lo que va a suceder para los otros cánceres.

En primer lugar, aparece el cáncer de tiroides, pero también se constata que otras formas de cáncer están en aumento, en particular el cáncer de colón y el de estómago.
En los habitantes de los territorios contaminados hay un aumento significativo de los cánceres de pulmón y de vejiga.

En lo que concierne al cáncer de mama, se observa que la edad de las mujeres concernidas ha disminuido (3).
Alexeï Okeanov concluye que se trata de una consecuencia de la radiactividad, pues este rejuvenecimiento del cáncer solamente se observa en los territorios contaminados.

Las observaciones hechas en los países donde ha habido ensayos nucleares u otros tipos de contaminación radiactiva confirman este fenómeno.

Aunque Alexeï Okeanov es un especialista del cáncer, subraya que el espectro de las consecuencias sanitarias es mucho más amplio.

Sus colegas, especialistas de patologías cardio-vasculares, de enfermedades endocrinas e inmunológicas, han constatado también elevaciones de estas enfermedades características.
Nos recuerda que sus trabajos muestran un aumento de los problemas cardio-vasculares (4), en particular, una inestabilidad de la tensión arterial, especialmente en los liquidadores.
En los niños, los estudios muestran hemorragias nasales mucho más frecuentes, así como un descenso de la inmunidad que se traduce en enfermedades infecciosas repetitivas.
Esto último ha llevado a que se hable del SIDA de Tchernobyl.

Alexeï Okeanov reflexiona sobre las consecuencias de esta tragedia:

"Antes de la catástrofe, los cánceres de pulmón eran mucho más frecuentes en las ciudades a causa de los gases de escape, los humos de las fábricas y de la polución.
Hoy las proporciones de cánceres están completamente invertidas: es en el campo donde son más numerosos, sobre todo a causa del polvo radiactivo. Los vientos levantan el polvo, los agricultores lo respiran y no hay que extrañarse de que se trate de una de las categorías de personas más expuestas al cáncer... Nos cuesta probar esto pues nos enfrentamos con el lobby nuclear que se niega a aceptar estos hechos. Pero estamos absolutamente seguros que la exposición nuclear no ha mejorado la salud de la población en nuestro país".

Encuentro con el profesor Lazjuk

El profesor Lazjuk se ocupa del registro nacional de las malformaciones en el Instituto Bielorruso de enfermedades hereditarias. Este registro existe desde 1979 y por lo tanto mucho antes de la catástrofe.

Este Instituto es el único en su género en la URSS. La ausencia de registro para Rusia y Ucrania no permite calcular la incidencia de Tchernobyl sobre las malformaciones actuales puesto que no existe un punto cero de partida. Pero esto no es cierto para este Instituto que comenzó a recopilar sus datos antes de la catástrofe.

Hay que reconocer que el trabajo realizado por este Instituto es fenomenal: los colaboradores del profesor Lazjuk han recopilado los datos en 17 de las regiones más contaminadas de la república. Según un principio adoptado en los proyectos internacionales, dos sujetos con buena salud para cada sujeto enfermo, estudian también los datos de otras 30 regiones que han sido calificadas como "limpias" a fin de poder hacer comparaciones. Para respetar rigurosamente este protocolo, habría que tomar 34 regiones limpias (17 x 2), pero no hay territorios poco contaminados para llegar a esta cifra...
El Instituto controla cada año de 65 a 70.000 nacimientos (aproximadamente realiza 3.000 análisis por día buscando 4 clases de enfermedades congénitas).

Después de la catástrofe de Tchernobyl, en junio y julio de 1986, podían mostrar ya que las mujeres embarazadas de la zona comprendida en un radio de 30 kms. alrededor de la central, tenían un número de mutaciones que había aumentado de forma estadísticamente significativa, mediante un estudio de los cordones umbilicales.

Para responder rápidamente a la cuestión sobre las consecuencias genéticas de la exposición a las radiaciones, como no se podía esperar a que los niños nacieran, el Instituto examinó a los fetos abortados.

En efecto, después del accidente nuclear de Tchernobyl, frente a la incertidumbre, muchas mujeres abortaron, así que desgraciadamente este material faltaba.

El profesor Lazjuk creó un equipo para examinar los embriones abortados. Un equipo que era el único formado para este tipo de actividades en la URSS. Se trata de un examen muy complicado.

La elección ha sido hecha para medir las muestras de las zonas más contaminadas (se analizaron más de 40.000 embriones y se compararon con la ciudad de Minsk situada en principio en una zona limpia).

Los resultados de este estudio han sido sorprendentes:
En las zonas de fuerte contaminación radiactiva, el desarrollo intrauterino del feto está alterado, lesionado y modificado.

En consecuencia, hay malformaciones en el nacimiento.
Algo que ya podríamos esperar dados nuestros conocimientos sobre la inferencia de la radiactividad en los fetos.

El profesor mostró un cuadro que trata del estudio de 9 grupos de malformaciones en el desarrollo del feto. Esos datos son obligatoria y sistemáticamente repertoriados en los registros de malformaciones de Bielorrusia desde 1979. Las curvas que vemos en este estudio muestran de forma característica que las malformaciones son más elevadas en las regiones más contaminadas.

En general, la frecuencia de malformaciones del desarrollo después de Tchernobyl aumentó en toda Bielorrusia.
En la región de Vitepsk, que fue considerada como una región limpia, hubo un aumento de un 47% de las malformaciones intrauterinas de 1986 a 1994.

En la región de Moguilev, donde la contaminación de Cesio 137 es de unos 15 curios por km2 (es decir, 455.000 berequelios/m2) el aumento es del 83% y en la región de Gomel, la más contaminada, es del 87%.

En la región de Stoline, existe un programa "Ethos" (2) iniciado por el lobby nuclear francés. Pacha, una enfermera de la región que trabaja para este programa, experta en dosiometría, y que se ocupa de las consecuencias de Tchernobyl, ha sido calificada en un reciente artículo como una de las claves gloriosas del programa Ethos, financiado por la Comunidad Europea.

Pero Pacha comenta que tras leer esto, se quedó perpleja porque los problemas no han sido resueltos, porque según ellos ya no hay problemas, pero las radiaciones siguen aquí.

Cuando preguntamos por qué no se financian elementos terapéuticos tan sencillos como la pectina, la respuesta es:
"porque cura y después ya no podrán seguir con sus experimentos y sacar lecciones para mejorar su saber viéndonos como nos contaminamos poco a poco."

Cada vez que el equipo preguntó si la evacuación había sido suficiente, entiéndase la evacuación de los territorios contaminados, la respuesta fue unánime:
"no, no se ha evacuado suficientemente, habría que evacuar otros territorios" (5).

En su misión y viaje a Yurchevici, la Presidenta del Consejo de Pueblos de Yurchevia, informa de que una ley de agosto de 2.002 ha "excluido" de la protección radiológica a 146 localidades que comprenden a 74.290 habitantes entre los cuales 24.000 son niños. Esto significa para ellos que ya no tendrán comidas gratuitas limpias, ni complementos nutricionales ni una estancia en sanatorios una vez por año, ni una visita médica anual, etc.
Yurchevia, así como otros pueblos, forman parte de los pueblos excluidos (Cf. Trait d' union nº 22, p. 27 - L'appel des villages "exclus").

La contaminación de los bosques y de los alimentos es muy fuerte. Hay que tener en cuenta que los habitantes de Yurchevici viven sobre todo de la recolecta de bayas y hongos que consumen y que condicionan para su venta.
También consumen mucha leche en su alimentación cotidiana. Durante los primeros años tras Tchernobyl, la leche de la producción local contenía de 150 a 200 Bq/litro de Cesio 137 por litro.

La situación económica del país no permite a la gente comprar comida limpia. Así, sabiendo que sus productos están contaminados, continúan consumiéndolos y dándoselos a sus niños.

Para limitar la contaminación, las autoridades proporcionan a los pueblos no excluidos (y este no es el caso), alimentos limpios; por ejemplo, un forraje que permite eliminar los metales pesados como el Cesio en las vacas, no totalmente, pero sí en parte, por ejemplo: antes era de 77 Bq/Kg.; después era de 13 Bq/Kg.

El hecho de haber suprimido estas ayudas y estos forrajes, denuncia la Presidenta del Consejo, implica que las vacas irán a comer a los bosques, que la leche será contaminada de nuevo y que los niños la beberán.

Los niños de esta región ya tienen medidas de radiactividad anormales: ninguno está por debajo de 37 Bq/Kg., la mayoría están alrededor de 100 Bq./Kg. y algunos llegan hasta 140 Bq/Kg. (6).

El director del Instituto Belrad recomienda poner en marcha medidas de protección desde que estas tasas de Cesio en el organismo de los niños alcanzan de 15 a 20 Bq/Kg. (7)
Los empleados del Consejo de Pueblos han hecho un balance del estado de salud de los niños desde 1996 a 2002. De los 106 niños examinados, 98 están enfermos, con problemas de tiroides, anemias, enfermedades de las glándulas linfáticas, mal funcionamiento cardio-vascular, problemas renales, descenso de la vista, cefaleas. (8)

Antes de la decisión de excluir a estos dos pueblos, los niños comían dos veces por día "productos limpios". Ya no pueden hacerlo y tampoco beneficiarse de curas en sanatorios en territorios limpios.

En el pueblo de Valavsk, los visitantes se encuentran con 170 niños que han podido beneficiarse de 4 curas de Vitapect y de exámenes médicos, gracias a la asociación "Los niños de Tchernobyl" (9)

Este pueblo tiene una gran pérdida demográfica. Por ejemplo, el año pasado hubo 36 muertes y sólo 6 nacimientos. Antes había 6 niños por familia. Hoy sólo hay 2 como media.

En el pueblo de Budakoslevo, los investigadores franceses se encuentran con la única asociación independiente de la región, compuesta por 150 personas mayoritariamente mujeres, sólo 5 son hombres. Las mujeres son profesionales de las matemáticas, medicina, ingenieros, etc. y la asociación está presidida por la Sra. Valentina Smol'nikova.

Esta asociación formada mayoritariamente por mujeres no ha esperado a que la ayuda exterior venga. Se han movilizado antes. Han creado un registro médico en su ciudad desde hace 16 años. Todos los niños son censados. Las constataciones son idénticas a las observadas por el profesor Okeanov y Lazjuk, antes mencionados.

Los niños presentan un aumento de los casos de leucemia fulminante, con muerte.
Elena es médico ginecólogo en el hospital. Redactó su tesis sobre la concentración del Cesio en la placenta en el Instituto de Medicina de Gomel, bajo la dirección del profesor Bandajevsky. Insiste en proseguir los estudios que conciernen a las mujeres embarazadas y a los niños.

Por una parte, el interés de Tchernobyl disminuye, pero por otra parte, al contrario, los efectos aumentan. Es una de las paradojas de esta situación.
Esta asociación denuncia que el dinero público podría ser empleado de forma más constructiva. Por ejemplo, el dinero que se gasta para mandar a 50 niños a un sanatorio bastaría para examinar médicamente a 2.000 niños y que se beneficiasen de las curas de Vitapect.

Cuando los niños vuelven del sanatorio, vuelven a contaminarse inevitablemente.
Si tres semanas pasadas en un sanatorio son beneficiosas, indudablemente es cierto también que muchos ignoran que separando la leche de la crema o lavando los champiñones con agua se puede disminuir la contaminación.

Proponen educar a la población, hacer que la gente se enfrente por sí misma a las consecuencias de la catástrofe. Utilizan un espectómetro fabricado en Belrad para controlar la tasa de radiactividad de los alimentos locales, manejado por una mujer formada en el Instituto del profesor Nesterenko que asegura su buen funcionamiento.

Con su viaje, el equipo francés midió en Bartolomevka una de sus zonas contaminadas y evacuadas, una tasa de Cesio 137 en la leche y en el pescado:
En la leche de 320 Bq/litros
En el agua de la preparación salada del pescado de 30 Bq/litros
En el pescado salado de 51 Bq/Kg.
En el pescado sin salar y sin agua de 114 Bq/Kg.

En el hospital de Gomel, el médico jefe del Servicio de Pediatría, Viatcheslav Stanislavovitch, afirma:
"El 70% de las recaídas radiactivas del accidente de Tchernobyl cayeron en Bielorrusia. Este 70% cayó sobre Gomel; la mitad se encuentra en esta región.
Gomel se sitúa en la zona de 1 a 5 curios (es decir de 37.000 a 185.000 Bq/m2), pero hay territorios próximos donde hay más de 15 o incluso más de 40 curios. Hay gente que vive aún ahí.
No hay medidas que limiten el desplazamiento de esta gente, de los coches, de las mercancías y de los alimentos. También puede haber fenómenos estacionales de aumento de estas dosis a causa de los vientos, de las lluvias.
No hay una observación permanente del espacio completo.
No hay fronteras reales.

1.500.000 habitantes viven aquí, entre ellos hay 200.000 niños de 0 a 15 años. Todo enfermo de la región de Gomel pasa por este hospital. Son niños muy jóvenes que tienen enfermedades muy graves con situaciones críticas. De 11.000 a 11.500 niños son tratados en este hospital. La mitad vienen de las regiones afectadas por la catástrofe.

Durante los dos últimos años, solamente hemos podido considerar a los niños sanos en un 16 a 17%.
En 1985, un año antes de la catástrofe, censamos 200 casos de malformaciones.
En el año 2000, censamos más de 800 casos, a pesar de un descenso notable de la natalidad que actualmente es de 14 a 15.000 nacimientos por año contra lo que era antes de la catástrofe es decir 28 a 30.000.

Actualmente, las malformaciones que constatamos como médicos son mucho más complicadas de lo que eran antes. Son todo malformaciones del corazón, del sistema cardio-vascular, del tubo digestivo, de los riñones... Estas alteraciones hacen que los niños se conviertan en inválidos.
El aumento de las leucemias y del cáncer de tiroides es uno de los problemas graves.

No nos ocupamos en este servicio de los niños diabéticos que son tratados en un servicio de endocrinología, pero hemos encontrado aquí casos de diabetes en recién nacidos y sabemos que hay un aumento de esta enfermedad.

Constatamos un importante descenso de la inmunidad y muchas anemias; las enfermedades infecciosas se manifiestan con mucha más gravedad.

Observamos también enfermedades que habitualmente no son características de los niños. Enfermedades que están ligadas a un aumento de la tensión arterial y del ritmo cardíaco.
Las cataratas forman parte de las malformaciones en el nacimiento. Es una enfermedad muy rara. Es una enfermedad que no existía antes en los niños y que se observa cada día más.

Podemos imputar las malformaciones que nos llegan hoy a la catástrofe de Tchernobyl".
Un médico de este hospital confesó que desde el accidente de Tchernobyl su servicio estaba completamente desbordado por la afluencia de niños enfermos. "Los niños están enfermos y hay que acogerlos a todos".

Viatcheslav Stanislavovitch, concluye:

"Aún no se pueden evaluar completamente sus consecuencias.
Las niñas que tienen hijos hoy tenían dos o tres años en el momento de la catástrofe. Las que habían nacido o que estaban en el vientre de sus madres en el momento del accidente, sólo tienen 16 ó 17 años y aún no están embarazadas".
Es decir, en otras palabras, que lo peor está por llegar.


Notas:

Este artículo con fotos figura en el nº 72 de la revista Medicina Holística.

1- Tchernobyl, 17 ans après, disponible en: www.irsn.org
2- "Quand le lobby nucléaire s´en prend à ses victimes". Trait d'union nº 22
3- Al igual que en Irak donde el cáncer de mama aparece en niñas de 8 años.
4 - Como han demostrado los trabajos del profesor Bandazewsky que hemos citado en anteriores números de la revista de medicina holística.
5 - El Profesor V. Nesterenko, tras el accidente de Tchernobyl (abril 1986) Propuso directamente al Soviet Supremo la evacuación de toda la población en un radio de 100 km alrededor de la central. No se hizo, solo se evacuó un radio de 30 km. y eso días después del accidente cuando los suecos alertaron de la contaminación radiactiva medida en su país.
6- Recordemos los trabajos que hemos publicado del profesor Bandajevsky, que muestran que las patologías de los órganos vitales aparecen a partir de una tasa de contaminación interna de 50 Bq/Kg. del peso corporal.
7- Recordemos que el profesor Nesterenko ha medido en niños de Minsk ¡¡ dosis de hasta 900 Bq / kg. !!
8- ver sobre el tema el artículo siguiente.
9- "Les enfants de Tchernobyl" 37B rue de Modenheim 68110 Illzach.
10- Sobre el tema de la falsa inocuidad de las bajas dosis lo hemos denunciado desde los años 70 y más recientemente en nuestra revista Medicina Holística en varios números desde el 61
11-Sobre el tema disponibles en los boletines armas contra las guerras en la web:33 El profesor Youri Bandajevski, doctor en anatomopatología, ex director del Laboratorio Central de Investigación Científica de Bielorrusia y Rector de la Facultad de Medicina de Gomel sigue en prisión por haber descubierto y denunciado el impacto de la contaminación radiactiva sobre el corazón especialmente en niños.

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CRIIRAD / publica la revista: Trait d'union
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Web: www.criirad.com


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