Desde septiembre 2004, la asociación CRIIRAD Comisión de Investigación y de Información Independientes sobre la Radiactividad advirtió sobre dos proyectos internacionales que tienen la intención de legalizar la presencia de contaminantes radiactivos en los productos alimenticios. Uno venía de la Comisión Internacional de Protección Radiológica (CIPR)*, la otra del Codex Alimentarius, un organismo de las Naciones Unidas encargado de la elaboración del códex alimentario internacional (Codex alimentarius). Estos dos proyectos estaban muy avanzados y su adopción prevista para 2005: - M. Clark, presidente de la CIPR, deseaba la adopción de nuevas
recomendaciones fundamentales -explícitamente denominadas "recomendaciones
CIPR 2005" con el fin de dejar su impronta antes de su ida en 2005. Pero atención: no están abandonados. El lobby nuclear debe
revisar su copia pero todavía es él quien tiene el poder.
Los proyectos descubiertos en la vigilancia jurídica que efectuamos sobre la evolución de las normas de radio-protección se encuentran, sin duda, entre los más peligrosas que conocemos desde nuestra creación en 1986. Quieren instaurar una especie de permiso general para contaminar decidiendo que debajo de ciertos puntos de exclusión, la radiactividad no sería tenida en cuenta: Desde el punto de vista jurídico, ni el medio ambiente ni los alimentos serían considerados como contaminantes. No es útil indemnizar a los profesionales porque sus productos se verían afectados, ni informar a los consumidores en cuanto a la presencia de productos radiactivos en su alimentación. La comisión del Codex Alimentarius se proponía de esta manera cambiar la reglamentación relativa al comercio internacional de los alimentos contaminados: el consumo sería autorizado de manera permanente y sin tener que justificar una situación de crisis tipo accidente o atentado. La comisión Internacional de Protección Radiológica recomendaba por su parte algunos puntos en el control aplicándose tanto a los objetos, materiales... como a los alimentos. Basados en afirmaciones falsas y razonamientos imprecisos, conducían a una contaminación generalizada. Para los que gestionan actividades nucleares, las ventajas de tales proyectos
son evidentes: la instauración de esos puntos va a aportar muchos
beneficios a la gestión de desechos radiactivos y al tratamiento
de los afluentes contaminantes. Situada bajo la doble tutela de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura (FAO), la Comisión del Codex Alimentarius tiene como objetivo definir las normas de referencia para el comercio internacional de los productos alimenticios. La Comisión Internacional de Protección Radiológica (CIPR) es una instancia de referencia cuyas recomendaciones fundamentales (emitidas cada 12-15 años) fundan las reglas de radio protección de la mayoría de los países y en particular los de los estados miembros de la Unión Europea.
Informar a los miembros Estos proyectos irresponsables iban a abrir una verdadera caja de Pandora. Debemos hacer todo lo posible para que fracasen. La primera etapa era informar a nuestros miembros. Un dossier muy delicado (el del consentimiento) ya estaba inscrito en la orden del día de la asamblea general prevista para principios de octubre. El dossier de información estaba listo para el envío pero era imposible enviarlo tal cual. El programa ha tenido que ser revisado con urgencia: un artículo de fondo es redactado a finales de agosto e incluido "in extremis" en el la revista Trait d´ unión con la primera versión de la petición para los alimentos no contaminantes. Reunidos en asamblea general el 10 de octubre de 2004, los miembros presentes y representantes adoptan por unanimidad el dictamen de orientación que presenta el presidente: la lucha contra los proyectos del CODEX y de la CIPR está la primera en la lista de prioridades 2004-2005. El programa de tareas de las que ocuparse está muy cargado: conferencias de prensa, reuniones de trabajo, conferencias, movilización de los agentes sociales, información de los productores y distribuidores de productos alimenticios, difusión de la alerta en los otros países europeos... El trabajo a sido tan difícil que ha habido que afrontar la pasividad de la población, las reticencias de los numerosos periodistas de cara a un dossier considerado muy complicado y no suficientemente mediático y, sobre todo la presión del lobby nuclear para mantener el dossier abierto. Oponerse a la desinformación Para que adopten su proyecto, los responsables de la Comisión del Codex no han dudado en maquillar su contenido. Primero han presentado el proyecto como una simple revisión de una norma existente. Según ellos solo se trataba de prolongar el tiempo de aplicación de los límites decretados en 1989 y de aumentar el número de radio-nucleidos en cuestión. Para probar la realidad del texto, debimos sacar a la luz los pequeños
detalles que crean toda la diferencia: la supresión de las referencias
a las situaciones accidentales y una simple perífrasis que autoriza
la polución de los alimentos por los desechos crónicos de
las instalaciones nucleares. La norma de 1989 define, en efecto, unos
límites de contaminación tolerable en los alimentos PERO
solamente en una situación post-accidental y con una duración
limitada a un año. · El segundo argumento del lobby nuclear es afirmar que el proyecto no tiene absolutamente ningún riesgo. El texto explicativo que acompaña el cuadro de los límites afirma claramente que el consumo de los alimentos contaminados por debajo de los límites es segura para los consumidores, y sea cual sea su edad. Hemos controlado los cálculos de los expertos del Codex, cogiendo
los mismos coeficientes de dosis y las mismas hipótesis de consumición.
Y los redactores del proyecto lo saben bien. En efecto, escondían
bien el hecho de la introducción en su cálculo de coeficiente
de 0,1 % que les permite dividir artificialmente sus cifras por 1000.
Pero, esto cambia considerablemente el resultado: Todo el resto de la alimentación debe estar exenta de contaminantes
radiactivos. Pero, 0,1% no es gran cosa. Para un adulto, esto representa
más o menos 500 gramos de alimentos contaminados por año
y menos de 2 gramos por día. Para un niño pequeño,
es menos de un gramo por día. El riesgo de sobrepasar una cantidad
tan pequeña es enorme y los consumidores no tendrán ningún
medio de control: · El tercer argumento que hemos tenido que rebatir concierne el origen del proyecto. El hecho de que la Comisión del Codex sea una emanación de la FAO y, sobre todo, de la OMS, Organización Mundial de la Salud, garantiza a los ojos de algunos que la protección sanitaria será el principal criterio de decisión. Aunque la información haya progresado, la población ignora
todavía que la OMS firmó en 1959 un tratado que la relaciona
a la AIEA, la Agencia Internacional encargada del desarrollo de las industrias
nucleares. Desde entonces, las decisiones son determinadas por la AIEA
y la OMS no tiene más que un papel secundario *. Es la AIEA en efecto quien pidió a la Comisión del Codex la revisión de la norma de 1989. Y sin contar con responder positivamente, la Comisión le confió la redacción y la defensa del proyecto en las discusiones. El último argumento, utilizado con éxito por el lobby nuclear,
concierne el impacto de las normas dictadas por la comisión del
Codex: sería inútil movilizarse porque las normas del Codex
estarían sin incidencia sobre las reglamentaciones francesa y europea.
Todo es falso en estas afirmaciones: Una movilización creciente Los esfuerzos del lobby nuclear acaban por volverse contra él:
Poco a poco, el dossier encuentra un interés creciente en la población francesa. El número de firmas de la petición no para de aumentar: 20 000 en noviembre, 35 000 en enero, 60 000 en marzo, para pasar el umbral de los 100 000 hacia mediados de abril. Nosotros redactamos diversos llamamientos a la movilización dirigidos al medio asociativo, los profesionales del sector agro-alimentario, los colectivos territoriales, los organismos que se encuentran como observadores en la comisión del codex, etc. Nosotros redactamos igualmente artículos para diversas revistas. Gracias a la ayuda de varios colaboradores benévolos, los documentos son progresivamente traducidos al inglés, español y alemán y el número de las firmas provenientes de países comienza a aumentar. El dossier está igualmente puesto a disposición sobre nuestro sitio web con la posibilidad de firmar (más de 4500 firmas recogidas). El 16 de mayo de 2005 se recogieron 108 643 firmas directas y 264 firmas
colectivas: 156 de asociaciones y de federaciones de asociaciones, 5 sindicatos,
110 profesionales del agro, 3 revistas (Naturaleza y progreso, Biocontact
y El Ecologista), y 5 municipios. Figuran entre los signatarios: la federación
nacional de agricultura biológica, la confederación campesina,
la federación europea de los sindicatos de agro-biólogos,
ATTA, la red salir de lo nuclear, la coordinación nacional de los
colectivos contra el entierro de los desechos radiactivos, la federación
"Santé-Sociaux", grupos locales de la UFC Que elegir
etc. (lista completa en www.criiad.org)
Como complemento a la movilización de la sociedad civil, hemos alertado al conjunto de los ministerios concernidos y solicitado su intervención con el fin de bloquear el proyecto de la Comisión del Codex y de obtener la retirada de las futuras "recomendaciones 2005" de CIPR. Desde mediados de octubre hasta comienzos de noviembre, unos correos han sido enviados a los cinco ministros concernidos. Phillipe Douste-Blazy para la salud, Serge Lepeltier para la ecología, Christian Jacob para el consumo, Hervé Gaymard para la agricultura y la alimentación, François Loos para el comercio exterior y Nicolas Sarkozy para la economía. He aquí un trozo del correo destinado a este último: "... este dossier viene directamente de la competencia de vuestro
ministerio. También es necesario que usted esté perfectamente
informado de sus implicaciones. Esperamos que decidáis intervenir
lo más rápidamente posible para obstaculizar el proyecto. Después de este correo pudimos participar, a principios de diciembre, en una importante reunión de trabajo en el Secretariado General del Comité Interministerial (SGCI) donde se decidió la posición que iba a defender Francia ante la Comisión Europea. También hemos obtenido reuniones en los ministerios de sanidad
(el 28 de octubre) y de ecología (26 de noviembre).
El comité del Codex sobre los adictivos Alimentarios y los contaminantes
se reunió en la La Haya el 25 al 29 de abril para su 37 sesión.
Figuraba en la orden del día de sus trabajos el examen del proyecto
de la nueva norma para el comercio de los alimentos contaminados por radio-nucleidos
artificiales (referencia ALINORM 04/27/12). Se trataba de una etapa decisiva
, la séptima de ocho etapas que comportan el procedimiento de adopción: Hecho imprevisto: ¡el comité a decidido bloquear el proyecto y reenviarlo, no la etapa 6 sino la etapa 2 del procedimiento! Los promotores del proyecto deberán partir de cero: un grupo de
redacción es el encargado de elaborar un nuevo texto que deberá
franquear de nuevo cada una de las etapas del procedimiento. La comisión
del Codex solo se reunía una vez al año, el nuevo proyecto
no podrá ser oficializado hasta el verano de 2006 (etapa 5) y la
adopción (etapa 8) no podrá intervenir antes de 2007. ¡Atención, la amenaza no ha desaparecido! El comité del Codex sobre los adictivos alimentarios y los contaminantes ha confiado una vez más en la AIEA, un papel decisivo para la elaboración del nuevo texto. La agencia de promoción nuclear civil va a codirigir la redacción del nuevo proyecto con la división EURATOM de la comisión europea que tiene, ella también, una vocación pro nuclear. Siete estados están asociados a los trabajos: el Reino Unido, Alemania, Francia, Bélgica, Suiza, Finlandia, Egipto y los Estados Unidos. Aparte, Egipto, todos estos Estados están nuclearizados. La lectura del informe de la reunión de La Haya deja atisbar las
nuevas orientaciones del texto. Nos hemos peleado por que los niveles
de contaminación tolerados en caso de accidente no lo sean en una
situación normal. Los responsables del Codex parecen decididos
a transformar esta protección en una amenaza. Según ellos,
el control de las radio-nucleidos en los alimentos solo debe aplicarse
en caso de accidente nuclear grave y si hay buenas razones para pensar
que los límites serán franqueados. 1/ la revisión a la baja de los límites de contaminación post-accidentales con el fin de tener en cuenta el conjunto de los riesgos sanitarios asociados a la incorporación de productos radiactivos artificiales. Es urgente integrar en la reglamentación las informaciones salidas del seguimiento de las víctimas de Tchernobyl. Ejemplo: En 1989, cuando el límite del cesium 137 fue fijada en 1000 Bq/ Kg , se consideraba que era inútil fijar un límite más bajo para los niños. Aunque sus órganos sean más pequeños y es sabido que asimilan el cesio mas activamente, se consideraba que estos fenómenos se compensaban por una eliminación más rápida. Sabemos hoy, gracias a las decenas de miles de medidas efectuadas sobre los habitantes de las zonas contaminadas por Tchernobyl, en particular en Bielorrusia, que el organismo de los niños presenta unas tasas de contaminación de 4 a 5 veces superior a la de los adultos. Sabemos esto desde hace 10 años y los límites no han vuelto todavía a la baja. Por otra parte, los trabajos del profesor Bandazhevsky demuestran una correlación entre la tasa de contaminación de los niños por el cesio 137 y la importancia de las alteraciones de su sistema cardio-vascular. ** Los científicos bielorrusos presentes en el coloquio de Lyon en abril de 2005 han declarado que el límite de 1000 Bq/Kg era excesivamente elevada, casi criminal. En el Bielorrusia, cuando la leche presenta una tasa de cesio 137 superior a 100 Bq/Kg es declarada impropia para el consumo (en Ukrania el límite son 50 Bq/Kg). 2/ Garantías relativas a las poluciones generadas por el funcionamiento
normal de las instalaciones nucleares. En ciertos sectores del mar de
Irlanda, el marisco esta fuertemente contaminado por el plutonio expulsado
por la empresa Sellafield. Pero, estos productos son libremente comercializados
en el Reino Unido y exportados hacia otros países, en particular
España y Francia sin que los consumidores sepan nada acerca de
las tasas de contaminación. 3/ La prohibición de confiar a los expertos de la AIEA la responsabilidad
de elaborar las normas sanitarias sobre los alimentos. Este agencia tiene
como objetivo promover las aplicaciones civiles en el aspecto nuclear.
Por lo tanto se encuentra en una situación de conflicto de intereses
*. La elaboración de las normas incumbe a la FAO y a la OMS y ellas
deben asumir sus responsabilidades. Amenazas radiactivas en nuestros alimentos.
Me opongo a los proyectos de normas que autorizan sin reserva el comercio y el consumo de los alimentos llamados "ligeramente" contaminados. Siendo legal la contaminación, los productores y consumidores víctimas de las contaminaciones ya no tendrán ninguna posibilidad de recurso. !Sin embargo, estos proyectos implican niveles de RIESGO totalmente INACEPTABLES, en particular para los NIÑOS! Pido a la CRIIRAD que efectúe todas las diligencias necesarias
(a nivel europeo e internacional) para preservar mi salud y obtener que
la ausencia de contaminación quede como la norma. proyecto del
CIPR y la comisión del Codex Alimentarius
Devolver antes del 31 diciembre de 2005 a : Las peticiones originales serán enviadas a las autoridades francesas. Las fotocopias seran enviadas al Parlamento Europeo, a la Comisión Internacional de la Protección Radiológica, así como a la ONU (Comisión del Codex Alimentarius)
· Para ir mas lejos : los textos de referencia en la web del CRIIRAD www.criirad.org : · Para ir mas lejos : los textos de referencia en la web del CRIIRAD www.criirad.org : 1. MODIFICATION DE LAS RECOMANDACIONES FUNDAMENTALES LA COMISION INTERNACIONAL
DE PROTECCION RADIOLOGICA 2. MODIFICACION INTERNACIONAL DE LAS REGLAS DEL COMERCIO DE LOS PRODUCTOS
Sitio internet de la comision del Codex Alimentarius Notas Alfredo Embid. * La CIPR Comisión Internacional de Protección Radiológica
depende demostradamente del lobby militar - industrial que promociona
la proliferación nuclear contra nuestra salud (ver nota ***). " Los expertos de la Organización Mundial de la Salud mienten.Pueden
ser acusados de complicidad en crímenes contra la humanidad."
Alfredo Embid ** Sobre el profesor Youri Bandajevsky consultar anteriores números de la revista y el boletín Armas contra las guerras (amcmh.org): Boletín 88: El Profesor Youri Bandajevsky ¡por fin libre !. Creación de un laboratorio "CRIIRAD Bandazhevsky en el Bielorrusia" Un proyecto internacional al servicio de las víctimas de Chernobyl y de todas las personas expuestas a las contaminaciones radiactivas. CRIIRAD CARTA DEL PROFESOR YOURI BANDAZHEVSKY. Boletín 33: El profesor Youri Bandajevski, doctor en anatomopatología, ex director del Laboratorio Central de Investigación Científica de Bielorrusia y Rector de la Facultad de Medicina de Gomel sigue en prisión por haber descubierto y denunciado el impacto de la contaminación radiactiva sobre el corazón especialmente en niños. Boletín 45: Reportaje sobre la situación sanitaria de Bielorrusia que se oculta, en relación con la importante contaminación radiactiva. CRIIRAD. En el pasado mes de abril de 2003, dos representantes de la asociación CRIIRAD que ya hemos presentado anteriormente, Romain Chazel, vicepresidente y Martial Mazars, doctor en física teórica, han viajado a Bielorrusia, el país más afectado por la catástrofe de Tchernobyl. Resumimos y comentamos aquí algunas de sus conclusiones en los aspectos médicos. *** Sobre el cuestionamiento general de las teorías oficiales sobre las bajas dosis de Radiactividad en español ver lo publicado en nuestra sección de medicina medioambiental de la Revista Medicina Holística y el libro RECOMENDACIONES DEL ECRR, 2003.LOS EFECTOS DE LA EXPOSICIÓN A RADIACIÓN IONIZANTE A BAJAS DOSIS SOBRE LA SALUD CON APLICACIÓN A LA PROTECCIÓN RADIACTIVA. Comité Europeo sobre los Riesgos de la Radiación (ECRR), Editado por AMC/Asociación de Medicinas Complementarias. Madrid 2004. Contacto: CRIIRAD Comisión de Investigación y de Información
Independientes sobre la Radiactividad. |