Boletín 535

27 Mayo 2014

Desinformación de Masas y montaje de la Guerra de Siria
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James Corbett | Global Research

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Meses después de que los hechos tuvieran lugar, periodistas ganadores de premios Pulitzer y otros están finalmente informando sobre las mentiras y manipulaciones del gobierno de EE.UU. en relación al reciente ataque con armas químicas en Siria. Sin embargo, lejos de sacar a la luz la verdadera situación en el país, estos informes siguen evitando las causas y explicaciones subyacentes de lo que está sucediendo en Siria y las fuerzas detrás de ellas. Este es un reportaje de Global TV

Los arquitectos de nuestro moderno sistema de consentimiento manufacturado y propaganda oficial han sabido por mucho tiempo de la importancia de los medios de comunicación en la elaboración de la opinión pública sobre un evento determinado. Para los patócratas1 que abrieron el camino hacia la era moderna de la guerra de información y control de opinión, los hechos en sí eran maleables, no sujetos a la realidad objetiva sino a la forma en que fueron percibidos e internalizados por un público crédulo. Como Ivy Lee, el hombre que los Rockefeller contrataron al inventar la moderna industria de Relaciones Públicas tras la masacre de Ludlow, formuló:

"No son sólo los hechos los que golpean la mente de la gente, sino que lo que incendia la imaginación es la forma en que se llevan a cabo y como se publican... Además, ¿qué es un hecho? El esfuerzo para afirmar que un hecho es real es simplemente un intento de... darte mi interpretación de los hechos”.

Este desdén por el público y la facilidad psicópática con la que funcionarios electos mienten a sus electores, no es más evidente que cuando una democracia intenta movilizar a los ciudadanos en apoyar una guerra de agresión en el extranjero.
Si la verdad es la primera víctima de la guerra, el campo de batalla donde se da esa baja es en la mente de la ciudadanía.

Lamentablemente, los acontecimientos recientes han proporcionado profusión de ejemplos de este fenómeno. En los primeros días de la guerra de Irak, el analista de medios Andrew Tyndall, examinó 414 noticias transmitidas por las cadenas ABC, CBS y NBC acerca de la construcción de la guerra, encontrando que 380 de ellas, un asombroso 92 %, proceden de una de las tres agencias del gobierno EE.UU.: la Casa blanca, el Departamento de Estado y el Pentágono.

Otro estudio más amplio, encontró que de 574 relatos transmitidos entre el discurso de Bush ante la ONU en septiembre de 2002 y el comienzo de la guerra en Irak en marzo de 2003, sólo 12 historias, el 2%, se ocupó de las posibles secuelas de la invasión.
Como era de esperar, la campaña de propaganda de años de duración para convencer al público estadounidense, británico y occidental en general, de la necesidad de una intervención armada en Siria tiene un patrón muy similar.

Un estudio de septiembre de 2013, por la Pew Research, encontró que en el amanecer del ataque con armas químicas en Ghouta en agosto, el debate sobre la cobertura de la guerra siria en las redes de noticias por cable en el que se suponía había diferentes puntos de vista, todos estos resultaban casi idénticos. El estudio encontró que Al Jazeera, Estados Unidos, CNN y BBC América diseñaban sus informes en formas similares y todos ellos provenían de fuentes similares, incluyendo las más frecuentemente utilizadas: la Casa Blanca, el Congreso y el ejército.

Un estudio aún más amplio, por la Iniciativa de Responsabilidad Pública, encontró que muchos de los llamados "expertos" en Siria invocados por los medios de comunicación occidentales para proporcionar comentarios sobre el conflicto sirio tenían vínculos financieros directos con la industria de defensa, tal y como se había demostrado previamente en la cobertura de la guerra de Irak.
Nada de esto es sorprendente para aquellos que han estado siguiendo la cobertura mediática del conflicto sirio desde el principio. De hecho, expertos en medios alternativos han venido señalando la cobertura obviamente sesgada del conflicto desde sus inicios.

Entrevista a Lizzie Phelan:


El informe de Amnistía Internacional que se publica hoy es un informe para llamar la atención y captar titulares y que encaja en la narrativa dominante sobre como el gobierno sirio está torturando gente y matándola a voluntad y que se debe hacer algo para detenerlos.

Pero como el informe mismo muestra, los datos de Amnistía Internacional se basan en relatos de testigos presenciales, no en informes, no en enviados al país sino en personas implicadas en esto, personas que son parte de la supuesta oposición a este gobierno. así que es un poco como crear un informe en el que se pregunta si los bancos son responsables de la crisis de 2008 y que sólo se preguntara a gente de Goldman Sachs.

 Es decir, sabemos como va a ser ese informe. Tiene que haber cierto escepticismo hacia este tipo de informes y no creo que sea necesario recordar a la gente que es necesario mantener este escepticismo, especialmente cuando los informes están orientados a hacer que la gente apoye la intervención militar. Esto ha sucedido una y otra y otra y otra vez en la historia reciente e incluso en periodos aun más largos y por desgracia lo vemos volver a suceder ahora con Siria.


El inicio de la campaña de montaje sobre Siria para la opinión pública se remonta por lo menos a 2006, cuando la administración Bush aprobó fondos del gobierno estadounidense. para la financiación y entrenamiento de fuerzas de la oposición en el país. Y se acometió sistemáticamente tras estallar el conflicto en 2011.
Desde los primeros días del conflicto sirio, los medios de comunicación occidentales, incluyendo la CNN, dependían del dudoso activista Danny Dayem -conocido como "Danny Siria"-, para la cobertura sobre el terreno en el país devastado por la guerra.
Sin embargo, después de que Danny Siria fue descubierto montando la escena de sus informes, Anderson Cooper le invitó a su programa, no para explicar por qué estaba escenificando informes ficticios sino para explicar ¡cómo la evidencia de su falsificación se abrió paso en internet!

Entrevista con "Danny Syria"

En marzo de 2012, varios miembros del personal clave de la oficina de Al Jazeera en Beirut, incluyendo el director gerente de la oficina, un productor y corresponsal, dimitieron en protesta por el sesgo de la cadena en su cobertura del conflicto en Siria.

PAULA SLIER:

En agosto de 2012, la BBC emitió un vídeo reportaje que muestra como miembros de la insurgencia terrorista siria organizan el engaño a un recluso para convertirlo en un terrorista suicida involuntario, un crimen de guerra bajo las Convenciones de Ginebra. Después de que los medios de comunicación independientes comenzaron a llamar la atención sobre el clip, se retiró rápidamente de la web de la BBC y las copias en youtube se reportaron como violaciones de copyright

REPORTAJE DE LA BBC

Y a raíz del reciente ataque con armas químicas en Siria, la BBC transmitió una entrevista con una dudosa experta médica que parecía haber tenido su banda de sonido alterada drásticamente en dos versiones diferentes de la entrevista transmitidos en reportajes distintos:
INTRO: PSEUDOMEDICA DE LA BBC

Como señala Michel Chossudovsky, Director del Centro para la Investigación sobre la Globalización en Montreal, pese a manipulaciones tan atroces como estas, incluso las críticas más "equilibradas", como el reciente reportaje de Seymour Hersh, sobre la manipulación por la inteligencia del gobierno estadounidense sobre el ataque con armas químicas en Ghouta, sigue sin entrar en la cuestión que podría ayudar al público a entender lo que realmente está sucediendo en Siria.

ENTREVISTA A MICHEL CHOSSUDOVSKY

Tal vez lo más notable de la cobertura de la guerra de Siria no es su subyacente sesgo, que siempre era de esperar, sino la notable ineficacia en convencer al público de la necesidad de una intervención militar en el país.
Después de casi tres años de propaganda incesante, el intento de convencer al público de la virtudes de la insurgencia terrorista y el mal incomparable de Assad, la marcha aparentemente inevitable hacia la guerra a raíz del ataque con armas químicas Ghouta, fracasó cuando la opinión pública apoyó mayoritariamente las políticas no intervencionistas.
Interpretando el común sentir de la opinión pública, muchas franquicias convencionales llegaron a señalar la parcialidad de los medios sobre la guerra y tratan de posicionarse contra la intervención militar retroactivamente.
Esto se debe a un fenómeno notable, global, basado en los medios de movimientos ciudadanos independientes que se abren paso a través de las capas de la propaganda para brindar un verdadero análisis convincente de la situación sobre el terreno en Siria.
Frente a generaciones mecidas por la manipulación de los medios de Ivy Lee y su progenie ideológica, este movimiento de medios alternativos establece las bases de un paradigma alternativo en el que la cínica pregunta retórica de Lee "¿Qué es un hecho? " tiene una respuesta muy diferente a aquello que las clases dominantes quieren hacernos creer.

Notas

1 Nota y comentario de la Traductora: Patócrata, neologismo que se refiere a los psicópatas adictos al poder, los teóricos de este concepto sostienen que es un rasgo innato fruto de la evolución -según su versión de la supuesta evolución-.
El problema del término Patócrata es de carácter ideológico, es interesante en cuanto da nombre a una forma de gobernar despiadada y guiada por la avaricia absoluta. Sin embargo, pese a esa adecuación, el concepto tiene un claro trasfondo ideológico pues atribuye un carácter innato a un rasgo claramente adquirido y adquirible, desresponsabilizando a quienes lo manifiestan y legitimándolo: “soy patócrata porque la evolución me ha hecho así” . Determinismo biológico que en definitiva priva de poder a la acción humana. Véase para la crítica a la “naturalización” ideológica del orden social Lewontin, Rose y Kamin (1984) No está en los genes: racismo, genética e ideología (Ed. Crítica.) donde afirman cuestiones como: “La ciencia es el legitimador último de la ideología burguesa” y hace la siguiente comparación “si el determinismo biológico es un arma en la lucha entre clases, entonces las universidades son fábricas de armas, y su enseñanza y equipos de investigación son los ingenieros, diseñadores y trabajadores en la producción de esas armas.”

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