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Declaración
del Tribunal de Bruselas sobre Iraq.
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Durante los días 14 al 17 de abril se ha celebrado en Bruselas
el Tribunal BRussells, una iniciativa enmarcada en el Tribunal Internacional
sobre Iraq que se puso en marcha tras la invasión ilegal de Iraq
por parte de diversas organizaciones internacionales. La iniciativa tiene
como objetivo organizar y celebrar en diferentes países sesiones,
audiencias o tribunales para enjuiciar los diversos aspectos relacionados
con los Crímenes de Guerra cometidos por EEUU y sus aliados en
la invasión y ocupación de Iraq, tal y como quedó
establecido en el Encuentro de Estambul del pasado 20 de noviembre de
2003 [1].
La Campaña contra la Ocupación y por la Soberanía
de Iraq del Estado español (CEOSI), que ha confirmado su respaldo
y participación en la iniciativa del Tribunal Internacional sobre
Iraq, ha asistido a través de una delegada en calidad de invitada
al Tribunal de Bruselas. Igualmente, la CEOSI ha participado en las reuniones
de coordinación relativas a la organización de las futuras
sesiones en cada uno de los países que celebrarán vistas
sobre Iraq. La CEOSI está estudiando la mejor manera de contribuir
activamente a esta iniciativa probablemente a través de la organización
de una sesión en el Estado español en los próximos
meses.
El Tribunal de Bruselas ha evaluado la responsabilidad que recae sobre
el denominado "Proyecto del Nuevo Siglo Estadounidense" (PNSE,
1997), estrategia que sustenta la política exterior y militar de
la Administración Bush, por su ilegalidad así como por su
relación directa con la agresión militar y ocupación
de Iraq.
Composición y miembros del Tribunal de Bruselas
El Tribunal estuvo integrado por una Comisión de Investigación
presidida por Francoise Houtart (Bélgica, director del Centro Tricontinental,
Bélgica) y cuyos miembros son: Denis Halliday (Irlanda, ex coordinador
del Programa Humanitario de NNUU en Iraq desde 1997 hasta su dimisión
en 1998), Nawal al-Saadawi (Egipto, psiquiatra, escritora y activista
feminista), Sabah al- Mujtar (Iraq/Inglaterra, presidente de la Asociación
Libre de Abogados Árabes), Pierre Klein (Bélgica, profesor
de Derecho de la Universidad Libre de Bruslas), Samir Amin (Egipto/Senegal,
director del Forum para el Tercer Mundo en Dakar).
En calidad de fiscales han intervenido Karen Parker (EEUU, abogada experta
en Derecho Internacional) y Jean Bricmont (profesor de Física Teórica
en la Universidad Libre de Bruselas y en substitución de la intervención
prevista de Felicity Arbuthnot).
En calidad de abogados de la defensa han intervenido: Jim Lobe (EEUU,
consejero y analista político) y Tom Barry (EEUU, director del
Interhemispheric Resource Center, centro de estudios políticos).
Como testigos han intervenido: Ramsey Clark (a través de video),
Hans von Sponeck, Michael Parenti, Ludo Albicht, Sara Flounders, Michel
Collon, Geoffrey Geuens, Saul Landau, Armand Clesse, Amal Al-Khedairy,
Jacques R. Pauwels. Como testigos de Iraq han intervenido: el ingeniero
Gazwan al-Muhtar, la escritora Haifa Zangana y Abdel Allah al-Bayati.
[CSCAweb].
Declaración final del Tribunal de Bruselas
De acuerdo con la tradición del Tribunal Russell de 1997 sobre
la Guerra de Vietnam, con las labores del Tribunal permanente de los Pueblos,
y otros tribunales similares como el celebrado en Bruselas en 1991, el
Tribunal Brussells se ha reunido entre el 14 y el 17 de abril de 2004.
Este Tribunal constituye la sesión inaugural del Tribunal Internacional
sobre Iraq, una serie de audiencias fijadas para concluir en Estambul
en 2005.
El Tribunal Brussells se ha enfocado en los programas y las políticas
propuestas por el "Proyecto del Nuevo Siglo Estadounidense"
(PNSE), un grupo de expertos estrategas predominantemente neo-conservadores
que defiende la hegemonía global de EEUU, principalmente a través
de la amenaza del uso de la fuerza militar.
El objetivo del Tribunal, trabajando como comisión de investigación,
ha sido establecer si existe un vínculo entre las propuestas del
PNSE y la estrategia exterior y militar del actual gobierno de EEUU, y
la subsiguiente invasión y ocupación de Iraq. La Comisión
ha examinado igualmente el impacto de las políticas y los programas
defendidos por el PNSE sobre la estabilidad y la seguridad de las relaciones
internacionales.
Con el fin de establecer sus conclusiones y configurar su informe, la
Comisiona escuchado los testimonios de especialistas en cuestiones internacionales
y testigos que conocen las condiciones actuales de Iraq. La Comisión
ha revisado asimismo los informes del PNSE y documentos oficiales del
gobierno de EEUU [1].
La Comisión ha llegado a las siguientes conclusiones:
1. El programa del PNSE tiene tres principales componentes:
a. establecer la hegemonía de EEUU en el nuevo siglo instaurando
principalmente la superioridad militar y tecnológica;
b. prevenir la emergencia de ninguna potencia global o regional mediante
la imposición de lo que se denomina a veces como Pax Americana;
c. ejercer acciones preventivas contra todas las amenazas que se perciban
a los "intereses" y la seguridad de EEUU.
2. Un importante número de firmantes de la Declaración de
Principios fundacionales del PNSE de 1997 se han convertido en miembros
de la actual Administración estadounidense, incluyendo a Dick Cheney,
Donald Rumself y Paul Wolfowitz. La adopción de esos principios
por la Administración se evidencia en documentos oficiales de la
Casa Blanca tales como la Estrategia de Seguridad Nacional de septiembre
de 2002 [2]. Esos principios se han llevado a la práctica mediante
la invasión de Iraq en 2003.
3. De acuerdo a una clara mayoría de Estados y al amplio consenso
de expertos legales, la invasión de Iraq constituye un acto de
agresión, una quiebra de una de las más fundamentales normas
del orden legal internacional. Ello demuestra que la ejecución
de políticas que emanan del PNSE y que han sido endorsadas por
la actual Administración [de EEUU] operan en contra de los principios
de la Carta de NNUU y socavan a las propias Naciones Unidas, que ostenta
la responsabilidad primera para el mantenimiento de la paz y la seguridad
internacionales.
4. La invasión de Iraq ha dado lugar a más de 10.000 muertes
de civiles. Cada día de ocupación que pasa, el número
de víctimas aumenta al igual que las violaciones del Derecho Internacional
y los derechos humanos, tales como las detenciones arbitrarias, el mal
trato y la privación de las necesidades básicas. La situación
del pueblo iraquí se ha deteriorado notoriamente y las promesas
de democracia y libertad han demostrado ser ilusorias. El constante uso
de palabras como "democracia", "libertad" y "derechos
humanos" en tal contexto equivale a una total perversión de
tales términos.
5. Lejos de llevar estabilidad y paz a Iraq y a la región, la invasión
y ocupación ha creado inestabilidad y caos. Más aún,
la destrucción deliberada de Iraq ha promovido efectivamente las
políticas del gobierno de Israel de ampliar la expansión
ilegal y la anexión de facto de territorios así como la
aniquilación de los derechos del pueblo palestino. El Tribunal
subraya que el propio PNSE hizo un llamamiento explícito en 2002
para que la Administración de EEUU se alinease con las formulaciones
del gobierno de Israel. Estos acontecimientos incrementan la hostilidad
entre los pueblos de la región y Occidente, en contra de los proclamados
objetivos de hacer del mundo un lugar más aseguro.
6. Ello constituye una prueba de una acordada estrategia estadounidense,
tal y como fue prevista en el Informe del PNSE titulado "Reconstruir
las Defensas de EEUU" [3] para establecer la dominación global
por medios militares. En contra de las afirmaciones de que esta dominación
sería una "hegemonía benevolente", es más
probable que conduzca a un estado de guerra permanente. Las políticas
del PNSE se basan en un unilateralismo brutal y en la indiferencia ante
la legalidad. Por ello, las ideas del PNSE constituyen un crimen intelectual.
La guerra contra Iraq es solo un elemento de la agenda global ligada a
la lógica del sistema económico dominante inspirado por
la ideología neo-conservadora y apoyada por el fundamentalismo
religioso.
7. Debido a la creciente resistencia que han hallado las potencias ocupantes
en Iraq y a otras dificultades no previstas, EEUU y el Reino Unido han
realizado cínicas solicitudes para la intervención de Naciones
Unidas en Iraq, impidiendo con ello los derechos soberanos del pueblo
iraquí a determinar su futuro. Naciones Unidas debe evitar la complicidad
-mucho menos legitimar de ningún modo- con la invasión ilegal
y la ocupación de Iraq. Cualquiera de estas acciones desacreditaría
todavía más esta institución internacional. Naciones
Unidas debe restaurar su legitimidad asegurando la retirada completa de
todas las fuerzas ocupantes y asistiendo al pueblo iraquí a recuperar
su total soberanía. Cualquier intervención de la Unión
Europea, bien a través de la OTAN o de Naciones Unidas, debe basarse
en estos mismos principios.
8. Finalmente, el Tribunal hace un llamamiento a los pueblos del mundo
para que exijan a sus gobiernos:
a. que nieguen apoyo militar, político, financiero o de cualquier
otro tipo a las potencias ocupantes
b. que se opongan a la ejecución ilegal por parte de las fuerzas
de ocupación o de sus suplentes de cualquier plan para la venta
y privatización de la economía de Iraq.
El Tribunal expresa asimismo su solidaridad con el pueblo iraquí
y su apoya sus intentos de recuperar su total soberanía.
Bruselas, 17 de abril de 2004
Notas:
1. Los testimonios orales y escritos así como los documentos oficiales
están reproducidos en un dossier en preparación titulado
"Cuestionando el Nuevo Orden Imperial Mundial". http://www.brusselstribunal.org
2. Véase en CSCAweb: http://www.nodo50.org/csca/agenda200/answer_14-10-02.html
[CSCAweb]
3. Véase en CSCAweb:
http://www.nodo50.org/csca/agenda2003
/con_iraq/move-on_12-05-03.html y http://www.newamericancentury.org
/RebuildingAmericasDefenses.pdf [CSCAweb].
Traducción y elaboración: Lola Oliván
CSCAweb: 19 de abril de 2004 www.nodo50.org/csca
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