Contenido: Cámara contratado por la FEMA para grabar imágenes del 11 de septiembre pide asilo político en Argentina, país que ha denegado la extradición solicitada por EEUU. Marcela Çaldumbide. Abogada. Kurt Sonnenfeld nació en Estados Unidos, en 1962. Se graduó en la Universidad de Colorado en Relaciones Internacionales con estudios en Economía, Literatura y Filosofía. Ocupó el cargo de Director de Operaciones del Equipo Nacional de Respuesta Rápida de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias FEMA, una agencia federal del gobierno que toma a su cargo el seguimiento de las catástrofes, los desastres naturales y “no tan naturales” que ocurren en Estados Unidos. siendo reconocido con varios premios y distinciones por parte de las más altas esferas de su gobierno. Llevó adelante entrenamientos y simulaciones de accidentes relacionados con terrorismo y catástrofes en bases militares y laboratorios científicos especializados en el almacenamiento y desarrollo de armas químicas, biológicas y nucleares. Se le encomendó como camarógrafo la documentación en imágenes de la “zona cero”, el centro neurálgico del ataque “terrorista” sucedido el 11 de septiembre. Kurt guardó ciertas imágenes que al gobierno de los EEUU no le interesa que tenga y desde entonces ha sido perseguido, lo que dio lugar a que se refugiara en Argentina. Un juez y el fiscal general de este país negaron recientemente la solicitud de extradición solicitada por el gobierno de EEUU. La Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de Argentina estudia otorgarle asilo político. ( El pedido de asilo político es apoyado por las Abuelas de Plaza de Mayo, Familiares de detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, La Asamblea Permanente de los Derechos Humanos y el Servicio de Paz y Justicia que encabeza el Premio Nóbel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. Asegura Kurt que las autoridades de su país quieren llevarlo a Estados Unidos para que no difunda las imágenes grabadas el 11 de septiembre del 2001.Concretamente, ante la Cámara dice: -“Estoy siendo perseguido por el temor que ciertos funcionarios del gobierno norteamericano tienen respecto de la información que poseo y de lo que he sido testigo; sabiendo que aquello que yo juré haber grabado se contrapondría a la versión oficial de lo sucedido el 11 de septiembre. Vinculo mi persecución a los documentos que recopilé sobre las ruinas de las Torres Gemelas”, continúa diciendo “ lo que vi en distintas instancias y momentos es muy atemorizante, me llevó a la terrible conclusión de que hubo previo conocimiento de lo que iba a pasar” Kurt durante las horas de video que filmó vio muertos, escombros..., fue el encargado de darle a la prensa las imágenes que recorrieron el mundo después del ataque, cuenta:- “ todo lo que se difundió y ustedes pudieron observar por televisión, seguramente lo filmé yo”- Las órdenes de Bush eran precisas: no había que mostrar cadáveres y estaba prohibido difundir imágenes de rescatistas llorando.”Tenía que tomar imágenes de la escena del crimen y después dárselas al gobierno. Filme todo en cinco semanas. Tuve acceso libre e irrestricto. Podía ir tanto a la parte más alta de los edificios como descender a la zona cero. Tenía que grabar las tareas de rescate. Limpieza, los restos humanos, las partes de los aviones que se recuperaban”. Kurt nos señala: “Entonces me pareció muy extraño saber que la FEMA y otras agencias federales ya estaban en la posición de su centro de mando en el Pier, muelle 92, el 10 de septiembre, un día antes de los ataques”. Al ser interrogado sobre sí cree sobre la versión oficial del ataque contesta que “al principio viví la falsa ilusión que tuvo el resto de los norteamericanos, que este ataque había sido una sorpresa absoluta y que fueron 19 terroristas que secuestraron unos aviones”. Seis meses después del ataque la mujer de Kurt se suicida, la policía lo detuvo un mes y medio bajo sospecha. La fiscalía investigó y le adelantó que iba a quedar en libertad porque la prueba era abrumadora a su favor. En el tiempo que estuvo en la cárcel la FEMA no le ayudó, se mantuvo en silencio en el caso. Pero Kurt recuerda haberle dicho a uno de los oficiales de la FEMA que le fue a visitar que “cuando saliera iba a ir a los medios para contar lo que sabía del atentado de las torres. A partir de ese momento me retienen cuatro meses y medio más en la cárcel, habiendo sido probado que el fallecimiento de mi esposa había sido un suicidio como consecuencia de una depresión aguda, y me comunican que no iba a continuar con mi trabajo en la FEMA. Quise contratar un abogado privado para lo cual tenía que utilizar mi casa como garantía, cuando traté hacerlo me encontré que una autoridad, que no estaba relacionada con el proceso me confisca la casa y cambia la cerradura”. En cuanto a cómo ha sido tratado en la cárcel manifiesta “fue un tiempo de torturas físicas y psicológicas, los maltratos de las primeras semanas en la cárcel de Denver fueron horribles”. Al oficial de la FEMA cuando me pidió que le entregara las cintas le mentí y le dije que se las había mandado a un burócrata en Nueva York”. Es destacable lo que nos cuenta sobre el edificio siete: “La estructura entera se desmoronó en 6,5 segundos y cayó prolijamente de manera vertical. La caída dejó una pequeña pila de escombros y los edificios que estaban al lado quedaron relativamente ilesos”.Y lo que nos dice en cuanto a su caída:” - No hay ninguna explicación. Supuestamente un simple fuego destruyó las vigas y el edificio se cayó. Si eso hubiera pasado no hay explicación física que justifique por qué todas las vigas cedieron al mismo tiempo y cayeron con tanta precisión”. Después del 11 de septiembre se descubrió que, oculto en el edificio 7, estaba el mayor centro clandestino de la CIA en el país, a parte del de Washington, DC, una base de operaciones a partir de la cual se espiaba a los diplomáticos de Naciones Unidas y desde donde se llevaban a cabo operaciones contra el terrorismo y de contraespionaje clandestinas, (así como operaciones de Inteligencia económica, Nota del editor).
No había aparcamiento en el edificio World Trade Center 7. No había ningún sótano. En su lugar, las agencias federales del Edificio 7 guardaban sus vehículos, documentos y pruebas en la construcción de sus colegas al otro lado de la calle. Debajo de la plaza de la U. S. Oficina de Aduanas (Edificio 6), había un gran aparcamiento subterráneo separado del resto del complejo subterráneo y muy vigilado. Aquí es donde los diferentes departamentos del gobierno aparcaban sus vehículos resistente a las bombas, sus limusinas blindadas, los falsos taxis y camiones de la compañía telefónica utilizados para la vigilancia y las operaciones encubiertas, furgonetas y otros vehículos especializados. En este área de estacionamiento de seguridad también había un acceso a la bóveda blindada debajo del edificio 6. Al preguntarle sobre qué es lo que sabe, Kurt habla del edificio seis, ahí funcionaba la Casa de la Aduana de los Estados Unidos y había varias agencias del gobierno federal. Su misión principal era controlar quién y qué entra y sale de los Estados Unidos. Pero también se trabajaba para combatir el narcotráfico, el lavado de dinero, el tráfico de armas, el terrorismo y el crimen internacional organizado –“ Allí descubrimos la antecámara de seguridad a la bóveda, dañada y llena de trozos de hormigón y losas de cielorraso caídas. Al fondo de esa oficina de seguridad estaba la ancha puerta de metal de la bóveda, y en la pared de al lado, un teclado numérico para ingresar la combinación. La pared estaba resquebrajada y la puerta parcialmente abierta. Así que miramos adentro de la gran bóveda con nuestras linternas y salvo varias hileras de estantes vacíos, no había nada excepto polvo y escombros”. Asegura que el gobierno ya sabía lo que iba a pasar y dice “la bóveda tuvo que ser vaciada antes del ataque. El Edificio Seis fue evacuado doce minutos después de que el primer avión se estrellara contra la Torre Norte. Enseguida las calles se atascaron. La bóveda tenía 225 metros cuadrados según mis cálculos. Se hubiera necesitado más de un camión para retirar tan variado y sensible contenido. La bóveda tenía que haber sido vaciada antes del ataque. En cuanto a los restos de la Oficina de Aduanas del edificio 6 nos cuenta:” Primero se alegó que todo había sido destruido. Que el calor era tan intenso que todos las pruebas de la bóveda acorazada se habían reducido a cenizas. Pero unos meses más tarde, se anunció que habían terminado con las actividades de una amplia red de tráfico de estupefacientes y de blanqueo de capitales de Colombia tras recuperar pruebas cruciales en la bóveda, incluyendo fotos, grabaciones de vigilancia y escuchas telefónicas muy sensibles. Y, cuando se mudaron a su nuevo edificio en el nº 1 de Penn Plaza, en Manhattan, colocaron con orgullo en la pared de la sala la placa de honor y la gran insignia redonda de la oficina de U. S. Aduanas que también había sido milagrosamente encontrada, inmaculada, en su antigua Oficina del World Trade Center, derrumbado y quemado.” También son de destacar otras situaciones que califica como extrañas: “Otro de mis roles primordiales era estar presente y filmar cuando se realizara el hallazgo de las cajas negras, que debían ser cuatro: dos por cada avión. Lo extraño es que no se encontró nada, ni siquiera una mínima parte integrante. Entonces supuestamente se evaporaron. Pero las ruedas del tren de aterrizaje sobrevivieron y muchas partes de aviones también lo hicieron aunque no estaban diseñadas para sobrevivir, como si lo estaban las cajas negras .” Kurt manifiesta sobre su teoría del ataque lo siguiente: “Al más alto nivel del gobierno norteamericano tenían necesidad de una guerra, había tantos intereses creados, que sabían que el ataque iba a suceder y dejaron que sucediera. Después de analizar los hechos, distintas evidencias y las investigaciones de distintos especialistas, estoy en condiciones de decir que hasta colaboraron para que sucediera”. Persecución y refugio Cuando se confirmó su inocencia, Sonnenfeld salió de la cárcel y volvió a vivir en su casa de Denver. Ahí volvieron las situaciones extrañas: la alarma se desactivaba sola, el sistema de seguridad no funcionaba y había autos permanentemente estacionados frente a su casa. Con este escenario, el camarógrafo decidió reforzar la seguridad. Pero no alcanzó: una noche cuando volvía a su casa, encontró la puerta abierta, las luces parpadeando y las ventanas abiertas. Decidió abandonar la ciudad y se fue a vivir a una cabaña en las montañas que le prestaron unos amigos. Pero no hubo caso, las situaciones extrañas siguieron pasando. Asustado, Sonnenfeld decidió dejar Estados Unidos y marcharse a vivir a Argentina. Los parientes de sus amigos le prestaron una casa en San Bernardo.
El norteamericano se instaló en el país y en 2003 conoció a Paula, su actual esposa con la que tiene dos hijas. Sonnenfeld empezó a trabajar como productor de televisión y su historia cobró fuerza. Hasta que cerca de un nuevo aniversario de la caída de las torres, acordó con un programa de televisión contar su testimonio y mostrar imágenes de la zona del ataque. Antes de que el programa saliera al aire, Kurt fue detenido por Interpol y llevado a la cárcel de Devoto. Estados Unidos pedía su extradición y que le secuestraran todos los videos. El suicidio de su primera mujer una vez más volvía a convertirse en un posible homicidio, aunque la Justicia ya lo hubiera absuelto. Tenemos que tener en cuenta lo que se considera como delitos extraditables para que pueda prosperar la solicitud de extradición, el Tratado de extradición entre la República Argentina y los Estados Unidos de América, concretamente en su art. 2 apartado 1-establece: “. Un delito será extraditable si es punible en virtud de la legislación de ambas Partes con la privación de la libertad por un período máximo superior a un año o con una pena más severa. Cuando la solicitud de extradición se refiera a una persona condenada por tal delito, a la que se busca para el cumplimiento de una condena, se concederá la extradición sólo si le queda por cumplir por lo menos seis meses de prisión”. 2- . Un delito también será extraditable si se trata de: De ahí la permanente insistencia por parte del gobierno de los Estado Unidos de mantener abierta la especulación sobre la existencia de indicios de culpabilidad en el caso de la muerte de su anterior esposa, única situación a la que puede agarrarse para encajar la legalidad en su solicitud de extradición. Sonnenfeld estuvo detenido siete meses hasta que el juez federal Daniel Rafecas lo liberó y rechazó que se le confiscaran sus videos. La embajada norteamericana apeló y ahora la causa está en la Corte Suprema. Si la extradición se concretara, el norteamericano podría ser condenado a la pena de muerte. Por ahora, es un refugiado provisional. Mientras tanto, las persecuciones, los seguimientos y las amenazas se mantienen. Kurt Sonnenfeld contó su historia en “El Perseguido”, un libro que ya fue publicado en el cual presenta una serie de datos para evaluar su teoría sobre la caída de las torres.
Son muchos los incidentes que por diversas fuentes de técnicos nos dan la certeza de que la caída de las torres fue producida por un derrumbamiento organizado, más allá de intereses e ideologías y ateniéndonos solo a cómo sucedieron los hechos, la física nos indica que fue una caída libre, es decir como la que se produce cuando un edificio es derrumbado por explosivos, sin resistencia alguna y en nueve segundos. La temperatura requerida para que las vigas de acero se fundieran no pudo ser producida por la explosión de los aviones. Este tipo de derrumbamiento requiere de una sutil organización. Todo estaba previsto. Las pruebas fueron eliminadas y la investigación cerrada. Lo cierto es que sobre las investigaciones oficiales del atentado del 11 de septiembre no ha habido una comisión independiente oficialmente designada para investigar los hechos acontecidos en aquella tragedia, lo que por otro lado, hubiera sido el proceder habitual atendiendo a la magnitud de los acontecimientos. Todo apunta a un claro desinterés por clarificar lo sucedido y a un interés por que desaparecieran cuanto antes todas las pruebas que reforzarán la idea de que estos hechos fueron preparados, no hay nada sobrevenido en lo que sucedió aquel día, tal cómo nos cuentan los derrumbamientos, son técnicamente imposibles. Antes de que se estrellaran los aviones, porque la maniobra realizada era imposible, durante la caída ( libre) porque fue controlada y después porque ha aparecido material explosivo y la temperatura necesaria para que se fundiera el acero no se puede alcanzar por la explosión de los aviones. Kurt tiene imágenes que al gobierno de USA no le interesa que anden pululando por ahí, espero que Argentina pueda mantener su posición y ayude de alguna manera a que esta verdad se siga extendiendo en beneficio de todos. Es indignante saber que el que controla el medio controla el mensaje y muy reconfortante pensar que las imágenes que posee un solo hombre hagan temblar a un gobierno . Video: Entrevista con Kurt Sonnenfeld en Television Argentinavideos: http://www.youtube.com/watch?v=sTSM3P83YEk&feature=related http://www.urgente24.com/index.php?id=ver&tx_ttnews%5Btt_news%5D=124179&cHash=f0612022c7 Referencias :
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