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Sobre los saqueos en Iraq. La coartada de acusar a la víctima. Se multiplican los informes sobre la grave contaminación radiactiva de Iraq debida a las armas utilizadas. La munición radiactiva utilizada es mucho mayor que en la primera guerra. Las medidas de contaminación radiactiva indican niveles 2.000 veces superiores a la medioambiental.

Sobre los saqueos en Iraq. La coartada de acusar a la víctima.


Los medios de comunicación se aunaron en "informarnos" de que los iraquíes estaban saqueando sus propias instalaciones nucleares.

Insistieron hasta la saciedad en los supuestos saqueos con los que los iraquíes se contaminaron a sí mismos.
Pero esta coartada no se sostiene.
Se multiplican los informes sobre la contaminación radiactiva de Iraq debida a las armas utilizadas por los invasores.
Las viejas instalaciones nucleares iraquíes, evidentemente, eran objetivos estratégicos a proteger.
Tenían almacenes de elementos de baja radiactividad.
Deliberadamente no se protegieron para culpabilizar a las víctimas iraquíes en los medios de comunicación.
La lectura de la coartada puede ser la siguiente:
los efectos de la radiactividad no son debidos a las armas que han utilizado los invasores, son debidos a que los iraquíes se han contaminado a sí mismos asaltando sus propias instalaciones nucleares.
Unos comentarios y preguntas que hay que hacerse :
Green Peace denunció el fraudulento saqueo que fomenta el lobby nuclear para fundamentar su coartada.
Y una pregunta:
Pero: ¿por qué Green Peace no denunció nunca la contaminación radiactiva generalizada tras el bombardeo de Iraq, ni ahora ni en 1991?. Si nos equivocamos, lo reconoceremos públicamente. Dadnos pruebas.
Además, como ya hemos denunciado anteriormente (boletín armas contra la guerra nº 14), las tropas de ocupación permitieron y fomentaron los saqueos de los archivos sanitarios de Iraq (además de su patrimonio cultural) que, evidentemente, deberían haber sido protegidos, al igual que cuidadosamente protegieron el Ministerio del Interior y de la Energía.
Más recientemente no protegieron el edificio de la ONU de un supuesto "ataque terrorista", a pesar de que tenían los tanques aparcados al lado.
Son preguntas a responder.

La munición radiactiva utilizada

La contaminación de la segunda guerra del Golfo es indudablemente mucho más grave que la de la primera.
Oficialmente en la primera sólo se utilizaron 375 toneladas de uranio empobrecido (Larry Johnson "wars´unilimited effects"). Seatttle post intelligencer foreing desk editor. 4 agosto 2003).
El desastre sanitario y ecológico sobre la población iraquí y sobre los veteranos de las fuerzas invasoras lo conocemos ya, llevamos años denunciándolo en sus múltiples aspectos (ver apartado de CIAR en nuestra web donde hemos puesto a disposición pública algunos de los artículos que llevamos publicando sobre el tema. Incluye un apartado de fotos).
El investigador independiente en armamento, nuestro amigo el británico Dai Williams estimó que la contaminación en la segunda guerra de Iraq iba a ser mucho mayor que la que se produjo en la primera.
En un informe de enero de 2002 afirmaba: "Las 2 toneladas de uranio que sospechamos se incluyen en las cabezas de las bombas GBU-28 & 37 Bunker Buster (Reventadoras de búnkers) pueden liberar 50-100 veces más oxido de uranio empobrecido por objetivo que todas las municiones de 30-mm DU antitanque disparadas por los aviones A 10 en la guerra de los Balcanes. El riesgo para la salud y el medioambiente es muy superior tanto para los civiles como para las tropas que en las guerras anteriores". Ver informe completo en :

[ http://www.eoslifework.co.uk/du2012.htm ]

El periódico Británico Observer informaba ya en abril de la utilización en esta guerra de cantidades de armamento radiactivo 5 veces mayores que los utilizados en la guerra del Golfo. (Observer. 25 de Abril)
Estas estimaciones han ido creciendo a medida que pasa el tiempo.
Más recientemente los expertos del Pentágono y de las naciones Unidas han estimado que se han utilizado hasta 2.200 toneladas de materiales radiactivos en el ataque a Iraq durante la II guerra contra Iraq.
La última estimación de la que tenemos conocimiento.
El Express informaba que se habían utilizado de 1.100 a 2.000 toneladas de materiales radiactivos sólo en los ataques aéreos. (Dangerously high levels of radiation measured around Baghdad Express. Londres. 1 de septiembre 2003).

Las medidas de la contaminación radiactiva.

El informe del Cristian Science Monitor que resumimos en el nº 15 del boletín había medido niveles de radiactividad entre 1000 y 2000 veces superiores a lo "normal".
Según un informe más reciente de la revista Express la contaminación en los alrededores de Bagdad es de 1000 a 1900 veces la normal. (Express 1 de septiembre op cit.)
Y eso sin cuestionar qué se considera lo "normal", que por sentido común debería ser cercana a cero en concentraciones mínimas de las formas naturales de uranio : U235, U234, U238. Por supuesto no debe contener elementos radiactivos que no están presentes en la naturaleza a parte de los naturales cuya radiactividad nos llega en general de forma externa y no es peligrosa.
Es preciso explicar y entender las diferencias entre la radiactividad natural y la artificial ya que es uno de los elementos con los que juegan los contaminadores para confundirnos (ver artículo "Las diferencias entre la radiactividad natural y la artificial" del comandante retirado M. Eugene Andre experto en guerra NBQ del ejército belga publicado en nuestra revista nº 62 y en la web).
La radiactividad natural es muy distinta de la contaminación radiactiva artificial que se inicio a partir de 1945 en que la utilización militar y civil de la energía nuclear contaminó a todo el planeta con elementos radiactivos no naturales, asimilables internamente y eternos.
La radiactividad añadida artificialmente es demostradamente responsable del aumento de cánceres, leucemias, inmunodeficiencias, malformaciones fetales, fetos muertos in útero, etc.
Recientemente se ha realizado una reevaluación publicada por el ECRR, en la que han participado unos 30 expertos científicos, de las consecuencias de esta contaminación. Este documento esencial demuestra que los organismos oficiales mienten en sus evaluaciones del impacto de la contaminación radiactiva y de las bajas dosis de radiactividad sobre nuestra salud. Ver presentación en la Rev. de Medicina Holística nº 70 y en el boletín armas contra la guerra nº 6. Ver también sus conclusiones en el boletín armas contra las guerras nº 19. )
La contaminación radiactiva masiva de Iraq no puede atribuirse al supuesto saqueo de algunos residuos nucleares de baja radiactividad que quedaban en los centros desmantelados hace años.
La insistencia de los medios de comunicación en estos supuestos saqueos debe interpretarse como una coartada chapucera para ocultar la terrible amplitud del problema y a sus responsables:
- Los invasores que han utilizado nuevamente armas de destrucción masiva radiactivas en cantidades mucho mayores que en las anteriores guerras contra la población Iraquí.
- Los invasores que han utilizado nuevamente armas de destrucción masiva radiactivas cuyas consecuencias afectan ya a sus propias tropas y afectarán a toda la población del planeta.
- Son responsables de contaminarnos a todos ya que estas partículas radiactivas de una micra se difundirán ubicuamente a todas partes a más o menos largo plazo como llevamos años documentando (ver apartado de CIAR en nuestra web).
- Son responsables impunes de otro crimen contra la humanidad y contra su patrimonio genético, es decir contra la supervivencia de la especie.


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